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Cómo y cuándo hacer el test de embarazo de forma 100% fiable

Si eres sexualmente activa y sospechas que estás embarazada, el test de embarazo casero te ayudará a salir de dudas, siempre y cuando lo realices correctamente y en el momento adecuado.

En este artículo hemos recopilado toda la información que necesitas para saber cómo y cuándo debes hacerte la prueba de embarazo para garantizar la veracidad del resultado, qué tipos de pruebas puedes hacerte y cuáles son las más efectivas.

Cómo funciona un test de embarazo

Cualquier test de embarazo funciona siguiendo el mismo principio: detectar en tu orina la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (hCG), también conocida como “hormona del embarazo”.

En principio, esta hormona sólo puede encontrarse en tu orina en caso de que estés embarazada, porque se produce cuando uno de tus óvulos ha sido fertilizado y se implanta dentro de tu útero.

Existen varios tipos de tests caseros, que trataremos más adelante en este artículo, pero sin duda el más fiable es el que puedes adquirir en las farmacias.

Se trata de un pequeño dispositivo con una tira absorbente impregnada de un reactivo que, al entrar en contacto con dicha hormona, hace que una porción de la tira cambie de color, indicándote si estás embarazada.

Cuándo hacer la prueba de embarazo

cuándo hacer test de embarazo

Para que el resultado sea fiable, es imprescindible que elijas muy bien el momento en el que te realizas la prueba de embarazo. Aunque la hormona hCG comienza a producirse alrededor de seis días después de la fertilización del óvulo, en la mayoría de las mujeres sólo se detecta a partir de quince días después de esa fecha.

Lo ideal es que esperes al menos 5 días después del retraso menstrual, para que los niveles hormonales sean suficientemente altos y el resultado del test sea fiable.

Si realizas la prueba antes de esa fecha, aumentas la posibilidad de obtener un resultado “falso negativo”, es decir, que el examen te indique que no estás embarazada, aunque en realidad sí lo estés.

Sin embargo, no todos los test tienen la misma sensibilidad, así que si prefieres no esperar, es mejor que escojas uno de alta sensibilidad. Ten en cuenta que no siempre el más caro es más sensible. Los test suelen tener una sensibilidad de 10 mUI/ml, lo cual significa que ese test es capaz de detectar concentraciones de, al menos, 10 miliunidades Internacionales por cada mililitro de orina. Si estás embarazada, cuantos más días pasen, mayor será la concentración de la hormona.

test embarazo

Otra duda frecuente es si hay algún momento especial durante el día en que el test sea más efectivo. La mayoría de fabricantes recomienda usar la primera orina de la mañana, por estar más concentrada. Sin embargo, si ha pasado el tiempo suficiente, el test te dará positivo en cualquier momento del día.

Cómo hacer bien un test de embarazo casero

cómo hacer prueba embarazo

Tal como te he comentado, los test de embarazo vienen provistos de una tira que detecta la presencia de la hormona hCG en tu orina. Por eso, para hacer la prueba, es imprescindible que pongas en contacto dicha tira con una pequeña cantidad de tu orina.

La forma de hacerlo varía según la marca del producto que selecciones, así que te recomiendo que leas y sigas muy bien las instrucciones del dispositivo.

En términos generales, el proceso lo puedes realizar de dos formas:

  • Dejar caer durante algunos segundos tu flujo de orina sobre el dispositivo, de manera que la tira absorbente se impregne de orina
  • Sumergir una de las puntas del dispositivo en un recipiente con tu orina, el tiempo que te indiquen las instrucciones del test

Independientemente de la forma en que lo hagas, casi siempre podrás visualizar una primera línea que aparecerá aproximadamente un minuto después de que pongas en contacto tu orina con el dispositivo. Esta primera señal es un mecanismo de “control” que te indicará si la prueba de embarazo ha funcionado correctamente o no. Si esta línea no aparece, el test no es fiable.

Entre 3 y 5 minutos después, la aparición o no de una segunda línea, un símbolo o un cambio de color (de acuerdo a las instrucciones contenidas en el envase del producto) te indicará si estás o no embarazada.

Importante

Si te decantas por la opción de recolectar la orina en un recipiente y sumergir la tira, es recomendable que lo hagas inmediatamente. En ningún caso esperes más de 15 min porque la hormona se degrada y ya no será detectable por el test.

Interpretar el resultado del test de embarazo

Hay dos elementos fundamentales que debes tener presentes:

  Asegúrate de que aparezca la línea de “control” en el dispositivo. Si esto no sucede, la prueba no ha funcionado correctamente por lo que deberás repetirla con un nuevo dispositivo.

  Si aparece la segunda línea, un signo de “más” u otro símbolo (según te indiquen las instrucciones), ya puedes ir preparando una lista de nombres porque significa que estás embarazada! Si no aparece, el resultado es negativo. Así de sencillo.

Ten en cuenta que los test de embarazo únicamente dan dos resultados posibles: sí o no estás embarazada. Es frecuente que, si la marca que indica embarazo es tenue, surja la duda de si se trata de un resultado positivo o no. Estos test son válidos de manera cualitativa, no cuantitativa, es decir, la intensidad de la línea es independiente del resultado.

Posibles resultados del test:

  • Marca de control en blanco y marca del test, en blanco: test inválido, imposible saber si hay embarazo o no.
  • Marca de control en blanco y marca del test, con color: test inválido, imposible saber si hay embarazo o no.
  • Marca de control con color y marca del test en blanco: negativo. No estás embarazada o sí lo estás, pero has obtenido un falso negativo.
  • Marca de control y marca del test con color: ¡estás embarazada! Pide cuanto antes cita con tu ginecóloga o matrona para que te programen las pruebas necesarias de control durante el embarazo y que te den pautas saludables para seguir.

Interpretar resultados test embarazo

Algunos test no solo te indican si estás o no embarazada sino que, además, te dicen de cuántas semanas lo estás. Ojo con este resultado, puesto que, en ningún caso es un criterio médico para datar la gestación. Tu matrona contará siempre las semanas de embarazo empezando a contar desde el primer día de tu última regla, aunque hay ocasiones en las que esa fecha se modificará en la ecografía de las 12 semanas, pero nunca se usará como criterio la fecha que indique un test de embarazo, por su baja fiabilidad.

Ten en cuenta que estos test no solo detectan la presencia de la hormona del embarazo, sino que también miden su cantidad, que puede variar de una mujer a otra muchísimo dependiendo de diversos factores. Por eso este tipo de test nunca se utilizan en los centros de salud o los hospitales.

Debes saber que a veces ocurren los denominados “falsos negativos”, en los que la prueba te indica que no estás embarazada, pero en realidad si lo estás. Esto puede ocurrir en los siguientes casos:

  • Realizaste la prueba antes de que aumentaran tus niveles de la hormona hCG, es decir, demasiado pronto.
  • Leíste los resultados antes de que transcurriera el tiempo indicado en las instrucciones.
  • Utilizaste orina muy diluida.
  • No utilizaste la orina inmediatamente después de ser recolectada (no deben pasar más de 15 minutos desde la recolección hasta su uso).

Así que si el resultado del test es negativo pero tienes síntomas que te hacen sospechar que podrías estar embarazada, te recomiendo que repitas el test a los cinco o seis días. Procura usar siempre un test de una sensibilidad de, al menos, 10 mUI/ml.

También puedes encontrarte con un “falso positivo”. En este caso, la prueba indicaría que estás embarazada, cuando en realidad no es así. Aunque es extremadamente raro, podría suceder en alguno de estos casos:

  • Estás tomando algún medicamento para la infertilidad.
  • Tienes quistes ováricos.
  • Has tenido un aborto espontáneo.
  • Has llegado a la menopausia.
  • Padeces alguna enfermedad ginecológica poco frecuente.

Cómo saber si estás embarazada: síntomas

Si has tenido relaciones sexuales sin utilizar ningún método anticonceptivo y presentas uno o varios de los siguientes síntomas, te sugiero que te realices una prueba de embarazo:

  • Retraso en el período
  • Náuseas y vómitos
  • Frecuentes ganas de orinar
  • Ligero sangrado vaginal entre períodos
  • Tensión y dolor en los senos
  • Aversión a algunos olores y sabores que antes tolerabas o antojos de ciertos alimentos
  • Fatiga y somnolencia

¡Ojo!

Si utilizas un método anticonceptivo en todas tus relaciones y tuvieras un retraso en tu menstruación, se acompañe o no de los síntomas anteriormente descritos, es conveniente realizar un test de embarazo. Ningún método anticonceptivo es infalible, ni siquiera una vasectomía o ligadura de trompas.

Si quieres saber más sobre los síntomas que te ayudarán a saber si estás embarazada, no te pierdas este artículo sobre Cómo saber si estás embarazada: 10 síntomas claros de embarazo.

Qué hacer si la prueba de embarazo es positiva

test de embarazo positivo

Si ha aparecido la segunda rayita en el test, el siguiente paso es que hagas una visita a tu matrona o ginecólogo.

Te programará las citas para las analíticas y ecografías del embarazo y te abrirá la historia obstétrica. Además, te dará pautas para que lleves tu gestación de la manera más saludable y satisfactoria posible. Recuerda que, si estás buscando quedarte embarazada, desde al menos 1 mes antes del embarazo, deberías tomar suplementos de ácido fólico y yodo para prevenir problemas en tu bebé.

Cómo calcular de cuántas semanas estás embarazada

Si el resultado del test de embarazo es positivo, es importante que sepas de cuántas semanas estás. También te será útil saber qué día darás a luz y cómo evolucionará tu cuerpo y tu bebé a lo largo de esta aventura que acaba de comenzar. Con nuestra calculadora de embarazo y gestograma conocerás toda esta información y mucho más.

Otros test de embarazo caseros

pruebas caseras

Pese a que este test de embarazo es el único que tiene validez científica para hacer en casa, históricamente se han utilizado otros métodos que no son fiables, ni para saber si estás embarazada, ni para descartarlo.

Casi todos consisten en mezclar la orina con diferentes sustancias. Veamos qué debería aparecer si estás embarazada y has mezclado tu orina con alguna de estas sustancias:

  • Vinagre: tras esperar 20-30 minutos, el líquido cambiará de color o le saldrá una ligera espuma.
  • Lejía: aparecen burbujas.
  • Aceite: al echar 2 gotas separadas sobre la superfície, estas se juntan.
  • Jabón natural: aparecen burbujas. Era algo más fiable hace décadas, cuando el jabón no tenia otras sustancias añadidas, como el de Lagarto de toda la vida.
  • Pasta de dientes: si hay cambios en la orina al pasar unos minutos, se supone que es un “sí”. Aunque sucede igual que con el jabón, y es que ahora los dentífricos contienen muchos componentes que podrían interaccionar con la orina de manera diferente.

Otra forma de tratar de saber si se está embarazada es exponer a la orina al frío o al calor: aparecerá una capa de partículas en la superfície si se mete en la nevera o se hierve. Si sucede, te sugiero que vayas a la farmacia a por un test de embarazo a reconfirmar el resultado.

Hay métodos mucho más complejos que nuestras antepasadas han utilizado con asiduidad porque no tenían otras formas de saber si estaban embarazadas, como los siguientes:

La prueba de la rana: el test de toda la vida

prueba rana

Hoy en día está totalmente obsoleto, pero antes una iba al médico a hacerse “la prueba de la rana” que efectivamente implicaba al pobre animal.

Se utilizaba una rana o un sapo macho, a la que se le inyectaba una pequeña cantidad de orina de la supuesta embarazada y se esperaba a ver si la hCG le hacía reaccionar. Si la rana empezaba a expulsar espermatozoides 24 horas después de la inyección, el embarazo quedaba confirmado.

Lo cierto es que la fiabilidad de esta prueba era muy alta. Afortunadamente, se dejó de lado con los modernos test de embarazo y menos mal, porque tenía un alto coste ecológico. En España incluso se llegaron a importar ranas de África, que se mezclaron con las especies locales alterando el ecosistema. Además, los test de los que disponemos hoy en día dan el resultado en segundos.

Trigo o cebada

Es una de las técnicas más antiguas que se conocen. En el antiguo Egipto las mujeres orinaban sobre semillas de trigo y de cebada y esperaban a ver si germinaban. Si no germinaban, no había embarazo, pero si lo hacían las semillas de trigo, se suponía que era una niña. Si germinaba la cebada, un niño. Aunque lo del sexo del bebé no tiene ninguna base, parece que sí es cierto que el 70% de la orina de las mujeres embarazadas germina, así que podemos considerarlo un test con un alto margen de error.

Todavía se sigue utilizando otro método que supuestamente sirve para conocer el sexo del bebé, aunque tampoco tiene ninguna base sólida que le otorgue fiabilidad.

La aguja o el colgante

Es más un juego que una prueba de verdad, pero a muchas embarazadas les da por probarlo absolutamente todo para reforzar su estado. Forma parte de la adaptación psicológica a la nueva situación y puede ser simplemente una forma de pasarlo bien.

La embarazada se tumba boca arriba, mientras otra persona mantiene un hilo y una aguja, o con un colgante con cadena larga (unos 30cm), a cierta distancia sobre la barriga. Si el colgante empieza a oscilar, confirma el embarazo. Es más, si se mueve recto es un niño y si es en círculos es niña. Otras variantes indican que esto se realiza sobre la palma de la mano abierta.

De hecho, la mayoría de métodos tradicionales tienen más que ver con el sexo o el estado del bebé que con la preñez: que si la forma de la barriga puedes saber si es niño o niña, que si dejas un antojo sin cumplir el bebé tendrá un lunar con esa forma determinada, que si tienes malas digestiones es que el niño tiene mucho pelo… En fin, pequeños detalles a los que puedes prestar atención si te hace gracia, pero que deberías dejar de lado en el momento en el que se peleen con los consejos de tu médico o supongan una fuente de estrés añadido.

Cuando hay un retraso en la regla o se desea tener un bebé, el momento de saber si hay embarazo o no cobra una tremenda relevancia. Por ello, incluso algunas marcas han aprovechado hacer campañas publicitarias de ello:

¿CUADRO? El test de embarazo de Ikea

Ya sabemos que las campañas publicitarias de estos suecos suelen ser originales y rompedoras, pero a principios de 2018 fueron un poco más allá. El catálogo de Ikea incluía una promoción que te invitaba a dejar una muestra de orina en su catálogo. ¿El truco? Habían “colado” entre las hojas un test de embarazo: si el papel cambiaba de color, te daban la enhorabuena: no solo tenías el embarazo confirmado sino, de regalo, un 50% de descuento en una de sus cunas.

Aunque hacer pis sobre un catálogo no parece lo más apetecible del mundo, la promoción consiguió llamar la atención. ¿Lo bueno? Un test de embarazo original y gratuito, más el descuento. ¿Lo malo? Que solo lo han publicado en Suecia, de momento.

¿Son fiables estas pruebas?, ¿merece la pena intentarlo?

Pues… más o menos algunas podrían ser fiables. Nuestras abuelas las usaban porque no había otra cosa, y enseguida la realidad ya se encargaba de confirmar o desmentir el diagnóstico. El número de métodos de diagnóstico del embarazo a lo largo de la historia es amplísimo como puedes ver en este artículo.

Lo cierto es que el índice de fallos es alto, porque estamos hablando de sustancias que pueden reaccionar de la misma manera si las mezclas con otros líquidos. Además, se desconoce cómo algunas otras sustancias presentes en la orina podrían reaccionar de igual manera que la hCG. Como anécdota está bien, pero poco más. Mi consejo: no te fíes y, si tienes un retraso, hazte un test de embarazo convencional.

Hoy en día, a mi parecer como profesional de la salud, no merece la pena utilizar ninguno de estos tests caseros habiendo una alternativa mucho más fiable. Además, muchas mujeres desconocen que pueden solicitar cita con su médico de cabecera para hacerse el test en el centro de salud de manera gratuita. Ten en cuenta que, si realizaras alguno de estos métodos y el resultado sugiriera que estás embarazada, ni tu matrona, ni el médico darían ese resultado por válido, igualmente sería necesario un test de embarazo convencional para diagnosticar la gestación.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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los 17 métodos ciéntificos y caseros más fiables para saber si es niño o niña

Todos (o casi todos) los futuros padres y madres buscan satisfacer la curiosidad de saber si esperan un niño o una niña. Para obtener una respuesta hay diferentes métodos científicos, pruebas y analíticas que de manera certera revelan el sexo del bebé.

Y también existen otros métodos caseros, basados en creencias populares, cuyos resultados no son fiables pero pueden servir como entretenimiento.

En este artículo te explicaré en qué consisten tanto unos como otros, y en qué semana se puede hacer la prueba definitiva que confirmará el sexo del bebé.

Métodos científicos para saber si es niño o niña

Análisis de sangre

Extrayendo una pequeña muestra de sangre de la madre se analizan los fragmentos de ADN procedentes del feto que se encuentran en su plasma. Se puede realizar a partir de la semana 8 de gestación.

Si se detecta la presencia del cromosoma Y, se confirmará que es un niño. Su ausencia, en cambio, revelará que es una niña.

Si es embarazo gemelar, la ausencia de este cromosoma significa que ambas son niñas, mientras que si este se detecta, con este método no podrás saber exáctamente si son dos niños o un niño y una niña.

Ecografía

La ecografía de la semana 20, también denominada ecografía morfológica, es la prueba definitiva para confirmar el sexo del bebé. En ella además de comprobar las medidas del feto, su peso, y que todos sus órganos se están formando correctamente, se pueden observar los genitales ya formados.

No obstante, ya en la semana 12 podría ser posible conocer el sexo del bebé.

Aunque los genitales aún no son distinguibles, se trata de observar la dirección a la que apunta el tubérculo genital:

Si este se inclina hacia arriba en un ángulo superior a 30 grados respecto a la espina dorsal, es niño.
Si el ángulo de inclinación es inferior a 30 grados, es niña.

En esta primera ecografía se comprueba el estado vital del embrión o embriones, se cuenta cuántos embriones hay en caso de gestación múltiple, y se comprueba el riesgo de anomalías cromosómicas y morfológicas.

Posición de la placenta

Se denomina método Ramzi y consiste en observar la posición de la placenta mediante una ecografía que se puede hacer a partir de la sexta semana de gestación.

Se explica debido a la polaridad de los cromosomas. Si el feto tiene cromosomas XX se adhiere a la izquierda, mientras que si tiene cromosomas XY se acerca a la derecha. Lo que quiere decir que si la placenta está a la izquierda, será una niña, en cambio, si está a la derecha, será un niño.

Amniocentesis

La amniocentesis es una prueba de carácter invasivo que se realiza para detectar problemas congénitos en el bebé, enfermedades hereditarias y anomalías cromosómicas.

 

Sabías que…

Consiste en la extracción de líquido amniótico con células fetales. Mediante esta prueba, que se suele realizar a embarazadas de más de 35 años entre las semanas 14 y 18 de gestación, se puede conocer con gran precisión el sexo del bebé.

Biopsia corial

Al igual que la amniocentesis, es otro examen invasivo cuyo objetivo es diagnosticar trastornos genéticos. Se realiza, en caso de ser necesario, entre las semanas 10 y 14 de embarazo y consiste en la extracción y análisis de una muestra del tejido que rodea al feto.

Al tener la misma composición genética que las células del bebé, con esta muestra se puede conocer su sexo.

Métodos caseros para predecir el sexo del bebé

Abundan los métodos caseros para adivinar si se tratará de un niño o de una niña. Hay que recordar que estamos hablando de métodos basados en creencias, especulaciones e incluso supersticiones, sin ninguna base científica y, por tanto, no fiables.

Sin embargo, pueden servir para pasar el rato y entretenerse hasta que el médico confirme el sexo del bebé.

¡Observa!

  • El color de los pezones. Si los pezones de la embarazada se han oscurecido, es porque espera un niño. Si siguen igual que antes, una niña.
  • El vello en las piernas. Existe la creencia de que si a la madre le crece más rápidamente el vello corporal durante el embarazo, es porque tiene más testosterona en su organismo, y por tanto, tendrá un varón.
  • Niño o niña piesLa temperatura de los pies. Se cree que si durante el embarazo la madre tiene los pies fríos, tendrá un niño, de lo contrario, será una niña.
  • Los antojos. Dicen que si la embarazada tiene antojo de cosas dulces, tendrá una niña, y si, en cambio, le apetecen cosas saladas, será madre de un niño.
  • El latido del corazón del bebé. Prestar atención al latido del bebé en la ecografía. Se dice que si late más de 140 veces por minuto será una niña y, si va más despacio, será un niño.

¡Experimenta!

  • Prueba del bicarbonato. Se ha de recoger la primera orina de la mañana de la embarazada y, en otro vaso, colocar la misma cantidad de bicarbonato. Se mezclan ambos y si salen burbujas, se dice que será un niño. Si no hay ninguna reacción, será una niña.
  • Prueba del aceite. La futura mamá se tiene que tumbar sobre una superficie recta mientras otra persona vierte sobre su barriga unas gotitas de aceite. Si el aceite se queda en su sitio, es una nena, si las gotitas se deslizan con rapidez es un niño.
  • La prueba del anillo. Primero hay que atar un anillo a una cuerda. La embarazada debe tumbarse y otra persona tiene que sostener el anillo por la cuerda como si fuera un péndulo encima de su barriga. Si el anillo se balancea en círculos, se cree que será una niña. Si se mueve de un lado a otro, dicen que será niño.
  • El test de la col roja. Se necesita el agua de cocción de la col. Se mezcla esta agua con unas gotas de orina de la embarazada. Si se vuelve morada es un niño, si se vuelve rosa, es una niña.
  • La prueba del ajo. La embarazada se ha de comer un diente de ajo. Si después de hacerlo, su piel empieza a emanar mal olor, es que espera un niño. Si esto no sucede, es que se trata de una niña.

¡Calcula!

  • Ecuación matemática. Hay que sumar la edad de la mamá cuando concibió al bebé, el mes en el que se quedó embarazada y el mes de su cumpleaños. Si el resultado es un número par tendrá una niña, y si es impar, un niño.
  • Tabla china y tabla maya. También están basadas en la edad de la madre y la fecha de concepción. En estos casos se utiliza una tabla con dos ejes. Según lo que indique el casillero en que se dé la intersección entre ambos se sabe si será niño o niña.

¿Podemos elegir el sexo de nuestro bebé?

La bioquímica Adriana Baretta desarrolló un método mediante el cual se puede elegir el sexo del bebé haciendo unos cambios en la dieta de la madre antes de quedarse embarazada.

Según los estudios llevados a cabo para desarrollar dicho método, la dieta de la mujer influye en la composición de su moco cervical, el cual es el obstáculo que deben sortear los espermatozoides para llegar al óvulo.

Niño o niña dieta

Modificando su química, se puede utilizar esta secreción como un filtro natural. Según la proporción de minerales que se consuman, la calidad del moco se modificará siendo más favorable a un tipo de espermatozoide o al otro.

Así es como una dieta rica en potasio y sodio, y baja en calcio y magnesio favorecerá el éxito de los espermatozoides Y, es decir, los que permitirán la concepción de un niño. Mientras que si lo que quiere la madre es tener una niña, se habrá de aumentar en su dieta la proporción de calcio y magnesio, disminuyendo a la vez el consumo de potasio y sodio, para facilitar la llegada hasta el óvulo a los espermatozoides X.

Según el método Baretta, para concebir un niño hay que comer más fruta, especialmente plátanos, embutidos y pescados ahumados. Para que sea una niña, en cambio, hay que aumentar el consumo de lácteos, verduras, legumbres y carnes de cordero y conejo.

Es un método que debe llevarse a cabo siempre bajo supervisión médica ya que se trata de dietas muy desequilibradas que solo se pueden seguir dos meses antes de la concepción.

¿Cuándo se puede conocer el sexo del bebé con certeza?

En la semana 20 los genitales del feto ya están completamente formados y se pueden distinguir claramente en la ecografía. Si es un niño, se podrán apreciar las bolsas escrotales y el pene. Si es niña se confirma por la ausencia de estos órganos y, en algunos casos, al observar los labios mayores.

Conclusiones

Niño o niña conclusión

Es normal sentir ansiedad por conocer el sexo del bebé. Mientras que los métodos caseros, al no ser fiables, nos sirven para aventurarnos a adivinar si se tratará de un niño o una niña, mediante los científicos podemos confirmarlo con un alto grado de fiabilidad.

Un examen de sangre a partir de la semana 8 lo puede revelar de manera temprana mientras que la prueba más certera es la ecografía de la semana 20 en la que ya es posible observar los genitales.

Pero recuerda que, sea cuál sea el sexo de tu bebé, lo más importante es que esté sano y que el embarazo se desarrolle lo mejor posible para que ambos os encontréis perfectamente.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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Qué sucede los primeros días del embarazo

Si sospechas que estás embarazada, es probable que tengas dudas de ello hasta que confirmes tu embarazo con un test. Aunque en la primera semana, es decir, antes de la falta, es difícil saberlo, en este artículo queremos explicarte qué señales te puede ir dando tu cuerpo durante esos primeros días.

Hablaremos de los síntomas que es posible que experimentes en esta primera semana de embarazo y te contaremos en qué proceso de gestación está tu bebé. También, te daremos algunas pautas sobre qué tienes que hacer a partir de ahora y cómo debes cuidar de ti y del hijo se está formando.

¿Qué síntomas aparecen en la primera semana de embarazo?

Aunque en esta primera semana el embrión aún no se ha formado, tu cuerpo empieza a prepararse para alojarlo y ayudar a crecer a tu bebé. Tu organismo empezará a experimentar cambios metabólicos y fisiológicos.

Aún así, no todas las mujeres llegan a notar cambios en esta etapa tan temprana. Sin embargo, el aumento brusco en la producción de hormonas puede provocar los primeros síntomas de embarazo.

Aumento de hormonas

Desde la fecundación, el organismo empieza a producir la gonadotropina coriónica humana, hormona cuya función es permitir el desarrollo normal del embarazo. En un principio ayuda al óvulo a madurar y lo mantiene hasta la formación de la placenta.

También aumentan los niveles de estrógenos y progesterona, que preparan al útero para la implantación. Más adelante, se encargará de proteger al feto.

Náuseas o vómitos

En estos primeros días es posible que tengas náuseas o vómitos como consecuencia de la reacción a la gonadotropina, cuya presencia en el organismo altera una de las partes del sistema nervioso que activa estos mecanismos.

Sensibilidad en los pechos

También es habitual en esta etapa inicial notar sensibilidad en los pechos o que estos aumentan de volumen, ya que, aunque aún es pronto, la hormona prolactina los está empezando a preparar para la lactancia.

Ganas de orinar

Los riñones filtran mayor cantidad de sangre, produciendo más orina. Además, las hormonas hacen que el esfínter de la uretra se relaje, por lo que aparecerán ganas de orinar, aunque la vejiga no esté del todo llena. Más adelante, tu útero empezará a agrandarse, presionando la vejiga, aumentando todavía más tus ganas de ir al baño. Aunque nunca solieras levantarte al baño a mitad de la noche, a partir de ahora será algo casi inevitable.

Cansancio

Y puede que sufras más cansancio de lo normal, ya que el cuerpo necesita producir más sangre y gasta más energía. Así que duerme todo lo que puedas y recarga las pilas. La progesterona juega también un importante factor en el agotamiento diario, puesto que causa que el sueño durante la noche sea más ligero, aumentando los despertares y empeorando la calidad del descanso. Esto implica un mayor cansancio durante el día.

Cambios emocionales

Cambios de humor

También es posible que te encuentres inestable emocionalmente, con cambios de humor repentinos.

Flujo vaginal

Otro indicio te lo dará tu flujo vaginal. Si lo observas en esos días, también notarás cambios.

La subida en los niveles de estrógenos genera mayor volumen sanguíneo en la zona vaginal, lo que además de hacer que la secreción sea más abundante, la hace más fina, blanca y con un ligero olor. Se le denomina leucorrea.

Sangrado de implantación

Aunque lo más habitual es que se produzca hacia las dos semanas de la concepción, puede ser que, aparezca a finales de la primera semana. Podrás distinguirlo porque es una secreción entre rosada y marrón. Este sangrado de implantación se produce cuando el óvulo fecundado llega al útero y es habitual en 1 de cada 3 mujeres.

¿Cómo se calcula el inicio de tu embarazo?

Todos estos cambios suceden durante los primeros días de la gestación, teniendo en cuenta el momento de la fecundación. Sin embargo, cuando acudas a tu primera visita, el médico te preguntará por la fecha de tu última regla y, a partir de allí, empezará a contar tu embarazo.

Calculadora embarazo

A pesar de que en ese momento aún no estabas embarazada, se hace así porque en la mayoría de las mujeres no es posible calcular el día exacto de la ovulación. Y es que aunque la duración aproximada del ciclo es de 28 días, lo más habitual es que varíe entre 23 y 36 días.

Existen, además, calculadoras como esta que te permiten saber en qué semana estás a partir de la fecha de la última menstruación que tuviste.

La fórmula que más se utiliza para calcular la fecha probable de parto es la regla de Naegele, que parte del día en el que comenzó tu última regla: a esa fecha, se le deben sumar 9 meses y 7 días. Esa será tu fecha probable de parto, correspondiente a la semana 40. Recuerda que el embarazo normal dura entre 37 y 42 semanas, la fecha probable de parto es solo el momento en el que es más posible que nazca tu bebé.

El bebé, ¿cómo es en la primera semana de embarazo?

En esta primera semana de tu embarazo el feto aún no se ha formado porque el proceso acaba de comenzar.

Un día después de su fecundación, el óvulo empieza su división formando la célula embrionaria. Su evolución continúa con la creación de la capa germinal, que se sigue dividiendo, hasta llegar a contener más de 100 células en el cuarto día.

El quinto día, estas células se separan en dos grupos: el primero conforma la placenta y, el segundo, las células madre que a su vez crearán las células que formarán el embrión.

El último día de esta semana, el óvulo fecundado se desplaza por las trompas de Falopio hasta llegar al útero, donde finalmente se implanta.

¿Cuándo es mejor hacerse una prueba de embarazo?

Test de embarazo

El test de embarazo funciona detectando la presencia de la hormona gonadotropina en la orina. Aunque esta empieza a producirse una vez implantado el óvulo, lo que, como hemos explicado, sucede unos 6 días después de la fecundación, no alcanza unos niveles detectables en la orina hasta 15 días después de la concepción.

 

Consejo

Se recomienda hacer la prueba recogiendo la primera orina de la mañana, ya que es la más concentrada y la hormona estará más condensada.

Si tu período es regular, con tres días de retraso la prueba ya podría detectar el embarazo, aunque si el resultado fuera negativo, deberías repetirla pasados unos días para estar más segura.

¡Ojo!

Ten en cuenta que la máxima fiabilidad de este tipo de pruebas comienza a los 6 días de retraso.

Si el test te da positivo, pide cita con tu médico para hacer el primer control de tu embarazo. Normalmente, esta primera visita se suele programar entre las semanas 6 y 9 de gestación.

Qué debes hacer cuando sabes que estás embarazada

Una vez que has confirmado con el test que estás embarazada, debes pedir cita con tu matrona o ginecóloga. Este te planificará las analíticas, ecografías y controles y te recetará los suplementos necesarios. El más importante es el ácido fólico, imprescindible para evitar defectos y malformaciones en el feto. También te darán un suplemento de yodo para prevenir el hipotiroidismo congénito, la primera causa de retraso mental prevenible.

Alimentación

Es importante que empieces a cuidar tu alimentación, esta no solo tiene que ser saludable y equilibrada sino que, además, debe evitar ciertos alimentos que pueden ser perjudiciales durante el embarazo.

A lo largo de la gestación no puedes consumir lácteos sin pasteurizar si no están cocinados, ya que pueden tener bacterias como E. Coli, Listeria, Campylobacter o Salmonella.

La toxoplasmosis se transmite mediante el consumo de carnes crudas o poco cocinadas, pero también de frutas o verduras contaminadas por el agua de riego. Para evitar esta infección:

  • Carne: cocínala hasta que el interior deje de ser rosa o congélala primero.
  • Embutidos: por el procesamiento que lleva su elaboración, es infrecuente que supongan una fuente de contagio del toxoplasma, especialmente los que están curados.

Verduras y frutas: se deben lavar bajo el chorro de agua del grifo o usando 1ml de lejía apta para el consumo por cada litro de agua. Esto debe hacerse incluso con las frutas que vayan a consumirse peladas, para reducir el riesgo.

Aunque los embutidos no suponen un gran riesgo para la toxoplasmosis, has de saber que son uno de los principales focos de listeria (todos los productos envasados listos para el consumo). El toxoplasma muere con el calor y la congelación, la listeria no muere con la congelación, así que procura cocinar muy bien tus alimentos y recalentar a más de 70ºC las sobras que vayas a comer.

El pescado también es bueno, pero debes evitar las especies grandes por su alto contenido en mercurio (el atún de lata es atún blanco y está permitido, no así el atún rojo, el pez espada, el cazón y demás peces grandes) y no consumir pescados o mariscos crudos que podrían contener bacterias o parásitos como el anisaki.

El café no es nada recomendable durante la gestación, la OMS aconseja no exceder 300 miligramos de cafeína diarios. Y, por supuesto, olvídate del alcohol y el tabaco.

Conclusiones

Conclusiones síntomas primera semana

Si has experimentado los primeros síntomas y la prueba te ha dado positivo, ¡enhorabuena! Comienzas una etapa muy bonita y tu bebé empieza a formarse. El primer paso es pedir cita con el médico para que empiece a monitorizar tu embarazo.

Recuerda que es importante que tomes los suplementos que te receten y que empieces a cuidar tu alimentación. Ten en cuenta que, además de llevar una dieta equilibrada y saludable, hay algunos alimentos que tendrás que evitar durante estos meses. Algunos te costará abandonarlos pero valora que este esfuerzo es por la salud de tu bebé. Todo irá bien.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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¿Qué es el embarazo ectópico? Síntomas, causas y tratamiento

Si estás embarazada o te gustaría ser mamá pronto, seguro que estás leyendo mucho sobre todo lo que conlleva esta gran aventura. Es normal que tengas dudas y que incluso sientas angustia ante algunas situaciones que puedes vivir. El embarazo ectópico es uno de los principales miedos de las embarazadas y por ello hoy quiero hablarte de él.

¿Qué es el embarazo ectópico?

El embarazo se produce cuando el óvulo fecundado por el espermatozoide se implanta. Para que pueda desarrollarse y llegar a término, esa implantación debe realizarse dentro del útero, ya que es el único lugar donde podrá desarrollarse el embarazo.

Hablamos de embarazo ectópico o gestación extrauterina cuando la implantación se produce en otro lugar, generalmente en las trompas de Falopio. Estos son, afortunadamente, los embarazos ectópicos más habituales y con mejor diagnóstico y tratamiento.

De manera muy poco frecuente, también puede producirse en otras zonas como el ovario, el cérvix o la cavidad abdominal. En ninguna de estas otras localizaciones puede desarrollarse el embarazo de ninguna manera, no solo por falta de espacio, sino porque la única estructura preparada para que la placenta se implante y pueda transferir todo el riego sanguíneo que necesitará el bebé (con el oxígeno y los nutrientes) es el útero.

¿Por qué se produce un embarazo ectópico?

La causa del embarazo ectópico es un incorrecto transporte del cigoto hasta su lugar de implantación.

Según los datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetrícia, se estima que aproximadamente el 1 o 2% de los embarazos son ectópicos y que la incidencia va en aumento porque las mujeres son madres cada vez a mayor edad (aumenta el riesgo a partir de los 40 años) y se hace un mayor uso de las técnicas de reproducción asistida

Además de estos, hay otros factores determinados como de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar un embarazo ectópico como los trastornos hormonales, las alteraciones en las trompas, las enfermedades de transmisión sexual, la endometriosis o el tabaquismo.

Al contrario de lo que se cree, el DIU no es un factor de riesgo para el embarazo ectópico. Lo que ocurre es que el DIU es muy eficaz como anticonceptivo impidiendo la implantación del cigoto en el útero, no así si se implanta en otro lugar. Por eso, si una mujer se queda embarazada usando un DIU, es bastante probable que se trate de una gestación extrauterina.

 

Sabías que…

Aunque este tipo de embarazos va en aumento, la mortalidad ha disminuido y cada vez existen mejores técnicas para diagnosticarlos y tratarlos.

 

¿Cuáles son los síntomas de una gestación extrauterina?

Una gestación ectópica puede ocurrir sin que la mujer llegue a ser consciente de ello, ya que el propio cuerpo reabsorbe el cigoto implantado en un lugar erróneo en el 40-60% de los casos, aunque puede dar síntomas. Cuando esto ocurre, frecuentemente entre las semanas 6 y 12 se produce un aborto espontáneo que ocasiona sangrado vaginal.

mujer triste

El sangrado que ocasiona un embarazo ectópico por vía vaginal es escaso y oscuro, ya que es sangre que proviene desde la trompa de falopio y, para cuando sale de la vagina, se ha oxidado y ha perdido su color rojo claro y brillante inicial. Si aparece un sangrado así y dolor o si no hay sangrado, pero el dolor abdominal es intenso, es aconsejable acudir a urgencias. Allí se realizará una analítica para determinar la β-HCG (la hormona que detectan los test de embarazo) y una ecografía.

El principal síntoma es el dolor abdominal, tipo cólico, en la zona baja y a ambos lados del abdomen, aunque hasta una de cada tres mujeres con embarazo ectópico no notan nada. Puede acompañarse también de náuseas o vómitos, pero no son indicativos por sí solos de que el embarazo no se esté desarrollando donde debe, puesto que esos síntomas son propios del inicio de una gestación normal.

En otros casos puede llegar a producirse un embarazo ectópico roto, en el que la trompa de Falopio se rompe por el crecimiento del embrión y se produce una hemorragia interna. Esta situación es potencialmente grave, porque la hemorragia puede pasar desapercibida aún siendo muy abundante.

Si el cuadro evoluciona a la rotura de la trompa, el dolor se hace muy agudo y, después, puede mantenerse, disminuir o llegar a desaparecer justo tras la rotura. Si no se actúa entonces, por la irritación de la hemorragia interna puede aparecer un dolor inusual en el hombro.

Otros síntomas que pueden aparecer, asociados a la pérdida abundante de sangre, son vértigos o pérdida de consciencia. Ten cuenta que esto solo ocurre en cuadros evolucionados sin tratamiento adecuado.

¿Qué debes hacer ante los posibles síntomas de un embarazo ectópico?

Como en cualquier momento durante todo tu embarazo, si tienes dudas o te encuentras mal, lo primero que debes hacer es hablar con tu médico. Él es el especialista y conoce mejor que nadie tu caso, así que te aconsejará el mejor tratamiento y los pasos que debes seguir.

Lo mismo sucede ante un posible embarazo ectópico. Ponte en contacto con él ante cualquier malestar que puedas tener y, si es necesario, acude a urgencias para que puedan revisarte y tratarte

¿Qué tratamiento tiene el embarazo extrauterino?

El tratamiento para este tipo de embarazo depende de la situación de cada mujer así como también del lugar donde se haya producido la gestación.

Si la embarazada se encuentra estable, se puede realizar un manejo expectante, esperando que se produzca un aborto espontáneo o farmacológico. Para el manejo expectante, se cita a la mujer cada 2-4 días para ir viendo la evolución de su analítica y ecografía, hasta que la hormona termine saliendo negativa.

Si se opta por el uso de fármacos, el más habitual es el metotrexate intramuscular, que inhibe la proliferación celular del embrión.

 

Importante

Este fármaco puede producir malformaciones en el feto, por lo que se desaconseja un nuevo embarazo en los siguientes 3 meses a su administración.

El tratamiento quirúrgico actualmente se reserva para los casos graves con rotura tubárica y consiste en la extirpación de la trompa afectada y la oclusión de la otra trompa para evitar que se produzca en el futuro una nueva gestación extrauterina. Esto supone la pérdida de la fertilidad natural en la mujer, que no de sus reglas, pues se conservan los ovarios. Tampoco imposibilita la gestación posterior si se consigue mediante fecundación in vitro.

Aunque se busque interrumpir la gestación, debes saber que estos tratamientos no son los mismos que se utilizan en una interrupción de un embarazo normal, uterino.

¿Se puede prevenir un embarazo ectópico?

Los factores de riesgo asociados son muy difícilmente modificables, pero es importante seguir hábitos saludables sin tabaco, cuidar la salud reproductiva evitando infecciones genitales y procurar no retrasar en exceso el momento de la maternidad.

No hay forma de prevenir un embarazo ectópico y se sabe que, si ha ocurrido una vez, es más probable que vuelva a ocurrir que en una mujer que jamás lo haya padecido. Aún así, quiero recordarte que solo entre un 1 o 2% de los embarazos son ectópicos y que cada vez tienen mejor diagnóstico y tratamiento.

Un nuevo embarazo normal es posible

test embarazo ok

Pese a esto, es muy importante recalcar que lo más habitual tras un embarazo ectópico es que un nuevo embarazo sea completamente normal y llegue a término sin dar ningún problema.

El tiempo que ha de transcurrir hasta una nueva búsqueda dependerá en gran medida del tipo de manejo que se haya llevado a cabo:

En un manejo expectante con reabsorción o aborto espontáneo suelen aconsejar dejar pasar al menos una regla.

Tras el farmacológico, al menos 3 meses.

Tras el quirúrgico habrá que individualizar cada caso y contar con que el nuevo embarazo deberá lograrse mediante un tratamiento de fecundación in vitro.

Este periodo, aún así, también dependerá del estado emocional de la mujer y su pareja ante la pérdida. El impacto emocional de un embarazo ectópico puede ser intenso cuando se trata de una pérdida de un bebé deseado y se es consciente de que el proceso puede suponer un problema para la salud materna.

Es necesario darle al duelo por la pérdida el tiempo necesario para resolverse. Y es que tan importante es una buena salud mental y emocional como física.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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¿En qué momento es seguro que tu bebé empiece a usar almohada?

Brindarle un espacio de descanso cómodo y seguro a los bebés es algo que preocupa a madres y padres primerizos. La duda más recurrente es si es conveniente o no colocarles una almohada, algo que comprensiblemente suscita algunos miedos por los riesgos que puede implicar.

Si estás preparando la habitación de tu peque y quieres saber qué necesitarás para su cunita o si hasta ahora no ha utilizado almohada pero crees que es el momento de ponerle una, este artículo te interesará. Resolveremos todas las dudas que origina este tema, hablaremos del momento adecuado para que tu bebé empiece a usar una almohada y cómo tiene que ser esta.

¿Los bebés deben usar almohada?

El bebé es anatómicamente diferente al niño o al adulto. Su cabeza es proporcionalmente más grande que el resto de su cuerpo y su cuello es pequeño, por lo que no necesita ni debe usar una almohada ya que esta ni le proporciona el apoyo correcto para su columna vertebral ni le brinda un descanso más cómodo. Además, hasta que alcanza su primer año de vida, la almohada puede aumentar el riesgo de asfixia.

Entre los dos y los tres años, su cuerpo cambia y adquiere proporciones más similares a las de un adulto, con lo que la almohada puede resultarle confortable para descansar y ya no conlleva riesgos. No obstante, hay que tener en cuenta que esta debe ser adaptada a su edad. Más adelante, en este mismo artículo, os explicaré qué características debe que tener la que escojamos.

Riesgos del uso de almohadas en bebés

Como hemos dicho antes, que los bebés usen almohada no solo no es necesario sino que puede resultar perjudicial para su salud y puede suponer un riesgo. Por un lado, porque al usar almohada queda desalineada su columna vertebral y se fuerza la curvatura natural de su cuello. Por el otro, porque el uso de la almohada en un bebé aumenta el riesgo de que sufra el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

¿Qué es la muerte súbita del lactante? Médicamente se define como la muerte repentina del bebé de menos de un año sin causa explicable. Según los expertos, y en base a los casos analizados, una de sus principales causas podría ser acostar al bebé boca abajo porque, en esta postura, se puede provocar un bloqueo de sus vías respiratorias. Si además el bebé está utilizando una almohada, boca abajo inhala el mismo aire que exhala y su nivel de oxígeno disminuye, siendo esto una probable causa de asfixia. Por el mismo motivo también se aconseja no dejar en la cuna cojines o peluches.

Así lo explica el pediatra Jesús Garrido en este vídeo:

 

Importante

Lo más adecuado y seguro es acostar al bebé siempre boca arriba.

Cuándo puede empezar a usar la almohada un bebé

niño durmiendo

Aunque para los adultos dormir sin almohada es raro e incluso poco recomendado, los bebés no la necesitan al menos durante sus primeros 24 meses de vida.

Entre los dos y los tres años, sin embargo, las características físicas de su cuerpo cambian. Sus hombros crecen y se vuelven más anchos que su cabeza. Si se acuesta de lado, su cabeza quedará colgando si no tiene un apoyo y no será cómodo para su descanso. Además, dada su madurez, ya tiene control sobre su cuerpo, puede girarse para encontrar la mejor postura para dormir y no corre riesgo de asfixia.

A partir de este momento podríamos decir que la almohada empieza a ser necesaria para brindarle más comodidad, ya que ahora sí le permite una correcta alineación de su cabeza, su cuello y su espalda.

Tipo de cojín que debería usar tu bebé

Cuando llegue el momento de empezar a usar almohada con tu peque, es importante que tengas en cuenta las recomendaciones de los expertos a la hora de elegir una y el desarrollo físico de tu bebé.

La almohada para el niño a partir de los 2 años tiene que ser:

Fina y de baja altura, de manera que permita que cabeza, cuello y espalda queden perfectamente alineados.

De firmeza baja (preferentemente mullida). Hay que tener en cuenta que los niños pesan poco y una almohada de firmeza media o alta que no se hunda podría provocarles problemas en las cervicales.

De la misma longitud de la cama, para que al moverse siga quedando apoyado en ella.

Con funda extraíble que se pueda lavar frecuentemente.

Almohada para prevenir o tratar la plagiocefalia

Almohada Plagiocefalia

La plagiocefalia es una malformación asimétrica (aplanamiento o deformación) de la cabeza del bebé originada por presiones externas. Sus causas pueden ser un largo período en la incubadora, el proceso durante el nacimiento, la posición del bebé en el útero o que el bebé pase mucho tiempo con la cabeza apoyada en la misma posición sobre una superficie plana. Y es esta última la que se puede prevenir de varias maneras: haciendo que el bebé mientras esté despierto pase algo de tiempo boca abajo (siempre con supervisión), cambiando la orientación de su cabeza hacia un lado o hacia el otro o cargándolo en brazos más a menudo.

Si observamos que nuestro bebé puede padecer plagiocefalia, tenemos que consultar al pediatra. Además de las recomendaciones que acabamos de mencionar, es posible que, si lo considera necesario, nos aconseje usar una almohada especial para tratar este problema. El diseño de esta almohada corrige la postura y elimina la presión ejercida por el cráneo del bebé. Pero es importante no recurrir por nuestra cuenta y sin prescripción médica a este tipo de cojines, ya que podrían resultar peligrosos si se utilizan incorrectamente.

Resumen y recomendaciones finales

recién nacido dormido

Aunque a los adultos nos pueda parecer que sin almohada es imposible dormir, ya hemos visto que, dadas las características físicas del bebé hasta los dos años, no solo no la necesita sino que su uso puede resultar perjudicial para su espalda o, aún peor, ser causa de muerte súbita por asfixia.

Respecto a las posturas recomendadas a la hora de acostarlo, sabemos que se aconseja colocarlo boca arriba y nunca ponerlo a dormir boca abajo. La comodidad respecto a la postura en la cama responde a una costumbre, con lo que si habituamos a nuestro bebé a dormir boca arriba desde el primer día, no necesitará almohada para encontrarse cómodo en esta posición.

Para evitar que su cabecita aún blanda se deforme por estar siempre en la misma posición, se aconseja ir cambiando su orientación de un lado a otro. En la cuna, puedes poner un juguete o algo que llame su atención en el lado hacia el que quieres que mire, pero no dentro, o acostar al bebé alternando entre la cabecera y los pies.

Y, por último, si a partir de los dos años quieres ponerle una almohada, recuerda elegir una bajita y mullida.

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Cuándo empezar a tomar ácido fólico y cantidad recomendada

Si estás planeando quedarte embarazada es probable que hayas leído algo o alguna amiga te haya mencionado la necesidad de que empieces a tomar ya ácido fólico ¿Por qué es tan importante esta vitamina? Entre otras cosas, porque disminuye las probabilidades de sufrir un aborto prematuro y ayuda a prevenir defectos de nacimiento muy graves, los cuales pueden originarse incluso antes de que tú sepas que estás embarazada.

En este artículo te explicaré en detalle qué es el ácido fólico, de dónde se obtiene, cómo y cuándo tomarlo, qué dosis es la recomendada en cada caso y más cosas que necesitas saber si estás embarazada o planeas estarlo.

¿Qué es el ácido fólico?

Ácido fólico es el nombre más común con el que se conoce a la vitamina B9. Está presente naturalmente en algunas verduras, frutas, legumbres, frutos secos, carnes y lácteos. Y también podemos encontrar su equivalente sintético en suplementos vitamínicos o alimentos reforzados.

Como todas las vitaminas del grupo B, es vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo y está muy involucrada en el mantenimiento de la función cerebral y del sistema nervioso.

El inconveniente es que, al tratarse de una sustancia hidrosoluble, no es almacenada en el organismo así que las cantidades sobrantes son desechadas a través de la orina ¿Qué significa? Que hay que ingerirla diariamente.

Diferencias entre folato y ácido fólico

Es común referirse a la vitamina B9 como ácido fólico o folato indistintamente. Sin embargo, no son exactamente lo mismo. El folato es la forma natural en la que esta vitamina está presente en algunos alimentos, mientras que el ácido fólico es un tipo de folato sintético y, por tanto, artificial, que tanto se incluye en suplementos vitamínicos y complementos alimenticios como en alimentos fortificados.

La diferencia está en su estructura química y el modo en que nuestro cuerpo los aprovecha. El folato es asimilado por el organismo a través de la mucosa del intestino delgado mientras que el ácido fólico, para que el cuerpo pueda usarlo, necesita un paso adicional por el hígado.

¿Cuáles son los beneficios del ácido fólico?

El ácido fólico cumple un papel fundamental en la creación y el mantenimiento de nuevas células y es necesario para el desarrollo (replicación) del ADN. Además, junto con la vitamina B12 y la vitamina C, colabora en la producción de glóbulos rojos. Todas ellas funciones de vital importancia durante el embarazo, sobre todo en las primeras semanas para garantizar que el feto se desarrolle adecuadamente.

Contar con la cantidad adecuada de ácido fólico en el organismo ya desde la concepción puede prevenir hasta un 70 por ciento de algunos defectos de nacimiento muy graves como los defectos del tubo neural, también llamados DTI. Aunque no nos suene a algo común, en España se diagnostican unos 400 casos de DTI cada año.

Esta vitamina también reduce el riesgo de sufrir un aborto espontáneo, tener un desprendimiento prematuro de placenta o padecer preeclamsia.

¿Cuándo tomar ácido fólico?

visita preconcepcional

Se recomienda empezar a tomar ácido fólico uno o dos meses antes de quedarse embarazada (mínimo dos meses si estás en el grupo de alto riesgo). Si haces una visita preconcepcional, tu médico te recetará la dosis adecuada.

Se empieza tan pronto a tomarlo porque las deformaciones del tubo neural que previene el ácido fólico se producen durante las primeras cuatro semanas de embarazo, generalmente antes de que te hayas enterado de que estás encinta.

Una vez confirmado el embarazo se ha de continuar con el ácido fólico hasta alcanzar las primeras 12 semanas.

 

Consejo

Intenta tomarlo siempre por la mañana ya que es el momento del día en el que mejor se absorbe el ácido fólico.

Cantidades recomendadas de ácido fólico

La cantidad de ácido fólico que debe tomar cada mujer varía de acuerdo a ciertos factores. El médico te indicará la dosis adecuada para ti. Para que te hagas una idea, a modo orientativo, las recomendaciones médicas oficiales son:

  • Si estás dentro del grupo de alto riesgo de tener una gestación con deformaciones del tubo neural (DTN). Los factores de riesgo son: haber tenido un hijo anterior con defecto del tubo neural, padecer epilepsia y estar en tratamiento con ácido valproico o carbamacepina, ser alcohol-dependientes o drogodependientes, sufrir desnutrición evidente o malabsorción. En estos casos la recomendación es de 4 mg por día.
  • Si estás planificando quedarte embarazada y no tienes ninguno de los factores de riesgo del punto anterior. Tu médico te indicará una dosis de entre 0,4 y 0,8 mg por día.
  • Si estás en edad fértil con posibilidad de tener un embarazo no planificado. Ante la posibilidad de quedarse embarazada aún sin buscarlo, recomiendan tomar 0,4 mg de ácido fólico al día.
  • Si tienes un embarazo múltiple. En este caso la dosis será de 1 mg al día.
  • Si te has quedado embarazada sin planificarlo y por ello no tomaste ácido fólico los meses previos. La recomendación es que tomes 5 mg durante un mínimo de 12 semanas para conseguir unos niveles buenos en el organismo. Pasado este período la dosis se reducirá a entre 0,4 y 1 mg.

Riesgos de no tomar ácido fólico en el embarazo

ácido fólico en pastillas

Los estudios científicos como este han demostrado que la ingesta insuficiente de ácido fólico tanto durante el embarazo como en los meses previos puede provocar alteraciones del sistema nervioso central del bebé denominadas deformaciones del tubo neural (DTN). Estas deformaciones congénitas conllevan el desarrollo incompleto del cerebro y la médula espinal. Las más comunes son:

  • Espina bífida: la médula espinal y la columna vertebral no se cierran completamente. Puede producir parálisis de la parte inferior del cuerpo, falta de control del intestino y la vejiga (incontinencia fecal y de orina) y también, dificultades de aprendizaje.
  • Anencefalia: el bebé nace sin partes del encéfalo (formado por cerebro, tallo y cerebelo) y el cráneo. Lamentablemente, no existe una cura ni tratamiento para esta enfermedad. Casi todos los bebés que nacen con ella mueren a los pocos días de nacer.
  • Encefalocele: el tejido cerebral sobresale de la piel a través de una abertura del cráneo localizada entre la nariz y la nuca. Puede provocar retrasos en el crecimiento, discapacidad intelectual, descoordinación muscular, pérdida de fuerza en brazos y piernas, problemas de vista, acumulación de líquido en el cerebro y convulsiones.

Un déficit de ácido fólico durante la gestación también puede provocar labio leporino, cardiopatías congénitas, abortos espontáneos, desprendimiento prematuro de placenta y preeclamsia.

Síntomas de nivel de ácido fólico bajo

La deficiencia de ácido fólico en el organismo es detectable ya que se manifiesta mediante una serie de síntomas la mayoría de ellos relacionados con la disminución de los glóbulos rojos (anemia) y, como consecuencia de esta, la menor circulación de oxígeno en el organismo. Presta atención a la lista y si percibes alguno de ellos, estés o no embarazada, es importante que lo consultes con tu médico:

  • Problemas cognitivos, como falta de concentración u olvidos repentinos.
  • Dolores corporales, normalmente dolor de cabeza o en las extremidades.
  • Palidez en la piel, provocada por la falta de hemoglobina.
  • Falta de aliento al realizar actividades deportivas, frecuentemente acompañada de aumento del ritmo cardíaco, mareos e incluso, desmayos.
  • Problemas digestivos que podrían acarrear náuseas, vómitos o diarrea.
  • Inflamación de las mucosas de la boca, aparición de llagas y la lengua se pone roja, se irrita o se hincha. También se puede producir pérdida del gusto.
  • Problemas menstruales.
  • Fatiga e irritabilidad con sensación permanente de cansancio.
  • Aparición de pequeñas úlceras en las piernas.

Alimentos con ácido fólico

alimentos ricos en folato

El ácido fólico o, mejor dicho, folato, como se denomina en su forma natural, está presente en una gran cantidad de alimentos. Incluirlos en tu dieta es tan beneficioso tanto si estás embarazada o buscando como si no. Estos son los principales alimentos ricos en folato:

  • Verduras (principalmente las de hoja verde): espinacas, acelgas, endivias, lechuga, berro, remolacha, coles de bruselas, espárrago, brócoli, brécol, coliflor, puerro, alcachofa, apio, tomate, alcachofa, zanahoria, calabaza.
  • Legumbres: guisantes, judías, garbanzos, lentejas, soja.
  • Frutas: fresas, melón, naranja, papaya, plátano, pomelo, aguacate.
  • Frutos secos: castaña, cacahuete, almendra.
  • Cereales integrales y sus derivados (harinas): arroz integral, avena, quinoa,
  • Semillas: de sésamo, de girasol, de calabaza.

No obstante, en caso de embarazo o durante el período preconcepcional no será suficiente la ingesta de estos alimentos para satisfacer las cantidades mínimas recomendadas para evitar riesgos en el feto. ¿Por qué? Se calcula que el organismo solo consigue aprovechar entre el 25 y el 50 por ciento de los folatos de los alimentos perdiéndose el restante en la cocción de los alimentos o incluso en el organismo durante la absorción. Es por eso que, para garantizar que tienes unos niveles adecuados, necesitarás tomar también algún suplemento que contenga ácido fólico.

Recomendaciones finales

Recuerda que durante el embarazo es más importante que nunca llevar una alimentación completa y equilibrada. Esa personita que estás creando necesita que le des todo lo mejor.

 

Importante

Las vitaminas prenatales deben complementar esta dieta no reemplazarla en ningún caso.

Aunque aquí te hemos dado una orientación de las cantidades usualmente recomendadas de ácido fólico, es tu médico quien debe recetarte la dosis adecuada para ti de acuerdo a tus circunstancias particulares. Si estás planeando quedarte embarazada lo mejor es que acudas a una consulta preconcepcional, el ginecólogo te ayudará a estar preparada y te resolverá todas las dudas que tengas.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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Diabetes gestacional: síntomas, causas y cómo prevenirla y tratarla

Es muy posible que hayas oído hablar de la diabetes gestacional y todo lo que este trastorno comporta: seguir una dieta especial, controles médicos más frecuentes y recomendaciones especiales para garantizar su salud y la de su futuro hijo/a.

Pero ¿sabes exactamente qué es? A continuación hablaremos, de cuándo y por qué puede aparecer la diabetes gestacional, te desvelaremos algunos secretos sobre la prueba de diagnóstico y hablaremos de consejos y trucos para evitar que aparezca este trastorno o, si ya la padeces, cómo puedes controlar tu salud y embarazo lo mejor posible.

¿Que es la diabetes gestacional?

La diabetes gestacional es un trastorno metabólico que aparece aproximadamente en 12 de cada 100 embarazadas. ¿Y de qué se trata exactamente? Resulta que los valores de glucosa (“azúcar”), en sangre materna se elevan por encima de lo normal.

¿Cuándo y por qué aparece este trastorno?

La glucosa es la principal fuente de energía para tu futuro bebé.

Es por eso que, durante el embarazo, tu organismo modifica su metabolismo para que el azúcar se encuentre más tiempo y en mayor cantidad en tu sangre, garantizando así que esté disponible en todo momento y en cantidad suficiente para tu peque.

Durante la primera mitad de la gestación, las hormonas estrógenos y progesterona hacen que la insulina aumente. De esta forma, se mantienen a raya los niveles de glucosa en sangre.

Sin embargo, en la segunda mitad de la gestación la insulina deja de ser tan eficaz y el hígado aumenta su propia producción de glucosa. Ambos factores hacen que los niveles de azúcar en sangre aumenten. Esto tiene una sencilla explicación a nivel biológico: este es el periodo del embarazo en el que tu bebé, gradualmente, requerirá un aporte mayor de energía.

Es por eso que la diabetes gestacional aparece a partir de la segunda mitad del embarazo.

El problema aparece cuando, debido a nuestra dieta o a factores propios de nuestra fisiología, tenemos una cantidad excesiva de glucosa en sangre, que sobrepasa la que nuestro bebé y las células de nuestro cuerpo necesitan.

Ese exceso de azúcar produce los síntomas y riesgos propios de la diabetes gestacional, que veremos a continuación.

 

¿Qué es la insulina?

Es la hormona que facilita que la glucosa pase de la sangre al interior de las células, disminuyendo así la cantidad de azúcar que circula por el torrente sanguíneo.

Síntomas de la diabetes gestacional

En general, los síntomas suelen pasar desapercibidos porque suelen confundirse con los típicos del embarazo:

  • Una subida muy elevada de glucosa en sangre puede ocasionar náuseas, vómitos, un exceso de sed y de orina y malestar general.
  • Una bajada de glucosa puede producir mareos, palpitaciones, sudoración u hormigueo.

Como ves, son síntomas muy inespecíficos que pueden aparecer por una diabetes o por las propias molestias de la gestación.

En ocasiones, la principal sospecha de una diabetes gestacional al final del embarazo aparece tras estimar en una ecografía un peso excesivo del bebé para lo que le correspondería según sus semanas de vida.

Factores de riesgo

Cualquier mujer puede desarrollar diabetes gestacional, pero hay algunos casos en los que las posibilidades de padecer este trastorno son mayores:

  • Ser mayor de 35 años
  • Índice de masa corporal mayor de 30
  • Embarazos previos con diabetes gestacional
  • Hijos con muerte neonatal sin causa conocida
  • Partos prematuros, con hidramnios o alguna anomalía congénita
  • Mujeres con hipertensión arterial o preeclampsia, infecciones de orina recurrentes, glucosa en orina, candidiasis vaginal grave recurrente, infertilidad o hipertiroidismo
  • Algún familiar de primer grado (padre, madre o un hijo anterior) diagnosticado de diabetes

¿Cómo se detecta la diabetes gestacional?

Para intentar detectar este trastorno metabólico antes de que pueda ocasionar alguna complicación a la mamá o su bebé, en España se realiza una prueba de cribado a todas las embarazadas llamada test de O´Sullivan.

¿En qué consiste el test de O’Sullivan?

Test diabetes

Se trata de una prueba ambulatoria para medir tu capacidad de regular los niveles de glucosa en sangre.

Cuando llegues a la zona de extracciones sanguíneas te darán un jarabe que no es más que glucosa (50 gramos para ser exactos) que deberás tomarte.

Tranquila, puedes respirar, ¡no hace falta que te lo tomes todo de un solo trago! Pero no debes sentarte con el vasito en la mano e ir dando sorbos durante un cuarto de hora, porque esto sí podría interferir en el resultado.

Transcurrida exactamente 1 hora que deberás permaneces sentada y sin fumar (esto sí que puede alterar el metabolismo de la glucosa y distorsionar el resultado), te sacarán sangre para ver cómo ha gestionado tu organismo ese aporte extra de glucosa.

Si el valor es mayor de 140mg/dl, la prueba será positiva y habrá que realizar una segunda prueba de confirmación o diagnóstica.

 

Consejo

A algunas mujeres les resulta muy desagradable ese dulzor, incluso llegan a sentir náuseas o a vomitar. Piensa que si vomitas la glucosa, deberás repetir la prueba otro día. Un truco genial para prevenir ese malestar es llevarse de casa una rodajita de limón y chuparla tras ingerir la glucosa, esa acidez te ayudará a evitar las náuseas y tampoco hará que varíe el resultado de la prueba.

¿Cuándo se hace el test de O´Sullivan? 

La prueba se realiza entre las semanas 24 y 28 del embarazo, que es el momento idóneo para poder detectar la diabetes a tiempo y prevenir complicaciones.

Sin embargo, hay mujeres a quienes se les realiza durante el primer trimestre, si se tiene algún factor de riesgo para la diabetes gestacional que hemos comentado en el apartado anterior.

 

Importante

No es necesario acudir en ayunas a esta prueba. Cuando estás embarazada, a veces no desayunar puede ser misión imposible si sufres las habituales náuseas matutinas. Tomar algo antes del test no interfiere en su resultado.

 

Prueba diagnóstica de confirmación (SOG 100g) 

Las siglas SOG 100g corresponden a “Sobrecarga Oral de Glucosa 100g”, y es justo lo que estás imaginando: el mismo jarabe del test de O’Sullivan, pero con el doble de glucosa.

Esta prueba se realiza a todas las embarazadas que cumplan uno de estos dos criterios:

  • Resultado mayor de 140mg/dl de glucosa en el test de O´Sullivan.
  • Aquellas que, aun teniendo un O´Sullivan negativo, presenten alguna alteración compatible con una diabetes gestacional (por ejemplo, estimar en la ecografía un peso fetal mucho más elevado de lo que le correspondería al bebé en esa semana). En este caso la prueba se realiza entre la semana 32 y 35.

¿En qué consiste la prueba de confirmación? 

informar a embarazada

A diferencia del test de O’Sullivan, para realizar esta prueba sí se exige cierta preparación previa:

  • Te recomendarán una dieta rica en hidratos de carbono (no te preocupes, no pasarás hambre, es de 2100kcal diarias) que deberás seguir durante 3 días.
  • El día de la prueba tendrás que acudir en ayunas sin haber comido nada en las últimas 8 a 14 horas.

Esta vez te cogerán una vía en el brazo, porque harán falta 4 extracciones de sangre (así te llevas 1 pinchazo en vez de 4): una antes del jarabe, otra a la hora, otra a las 2 horas y la última a las 3 horas. Recuerda que no podrás levantarte (lo justo, si necesitas ir al baño) ni fumar nada en este tiempo.

 

Consejo

Para que la espera no se te haga muy pesada, lleva compañía, un libro o el móvil con la batería al máximo.

¿Cómo interpretar los resultados?

Para que la prueba sea negativa, los valores de glucosa deben estar por debajo de:

En ayunas ≤105mg/dl
A la hora ≤190mg/dl
A las 2 horas ≤165mg/dl
A las 3 horas ≤145mg/dl

Si hay 1 valor alterado, se debe repetir la prueba en 3 semanas. Si en la repetición continúa habiendo 1 solo valor alterado, se diagnosticará diabetes gestacional.

Si hay 2 valores o más alterados, se diagnosticará diabetes gestacional.

Otras formas de diagnóstico 

En España este es el protocolo de cribado y diagnóstico de la diabetes gestacional que se aplica a todas las embarazadas, pero no es así en otros países.

Por ejemplo, en algunos países solamente se hace el test de O´Sullivan a las mujeres que tengan algún factor de riesgo.

También puedes encontrarte que en tu país las pruebas de detección no sean iguales: en algunos lugares les dan a las mujeres una dieta que deben seguir durante varias semanas, durante las cuales ellas mismas se harán glucemias capilares (el pinchacito en el dedo que se dan los diabéticos para controlar su nivel de azúcar) e irán registrando los resultados en una libreta que después revisará su ginecólogo para valorar si pudiera haber diabetes o no.

Riesgos y complicaciones maternas y fetales

La diabetes gestacional, especialmente la no diagnosticada y la mal controlada, puede suponer un serio problema para la salud maternoinfantil.

En la mujer, se relaciona con un mayor riesgo de padecer:

  • Parto prematuro, con el consiguiente riesgo que supone para el bebé nacer antes de tiempo
  • Aborto
  • Hipertensión crónica y preeclampsia
  • Hidramnios (aumento excesivo del líquido amniótico)
  • Aumento de las infecciones vaginales y urinarias
  • Cronificación: aunque la diabetes gestacional suele desaparecer tras el parto, en algunas mujeres permanece ya de manera crónica para el resto de su vida como diabetes tipo II.

En el bebé, aumenta el riesgo de sufrir:

  • Malformaciones cardiacas, del sistema nervioso central y esqueléticas
  • Macrosomía (peso excesivo que puede dificultar el nacimiento),
  • Crecimiento intrauterino retardado y alteraciones de la madurez pulmonar
  • Hipoglucemia, hipocalcemia, hiperbilirrubinemia
  • Riesgo de pérdida de bienestar fetal durante el parto (lo que antiguamente se llamaba “sufrimiento fetal”),
  • Asfixia y muerte fetal
  • Propensión a sufrir patología diabética

Por ello es tan importante tanto hacer un buen seguimiento del embarazo que facilite su diagnóstico, como un buen control posterior si el diagnóstico ha sido positivo.

Prevención de la diabetes gestacional

Más vale prevenir que curar… y en este caso no iba a ser diferente.

Dieta y nutrición 

Dieta sana embarazo

Lo ideal es llegar al embarazo en unas condiciones óptimas, con unos hábitos saludables de ejercicio físico, dieta rica en fibra, vegetales y pobre en dulces (mucho ojo con los zumos y refrescos, no solo la bollería nos aporta un exceso de azúcar).

Si tu alimentación siempre ha sido un poco desastrosa, nunca es tarde para empezar a cuidarla. De hecho, cada vez hay más embarazadas que acuden a un nutricionista para que les oriente con su alimentación, preocupadas por su salud y la de su bebé.

Gestión del estrés 

El estrés es mal amigo de la diabetes. Cuando nos estresamos, aumenta el cortisol en sangre, esta hormona inhibe la acción de la insulina y estimula la producción de glucosa, poniéndole la alfombra roja a la diabetes para que llegue para quedarse.

Valora aquello que te preocupa y busca apoyo en tu entorno para reducir el estrés en la medida de lo posible.

Ejercicio físico

Ejercicio durante embarazo

Es importante mantener un estilo de vida activo con ejercicio físico regular a lo largo del embarazo.

Esto no solo ayudará a prevenir la aparición de diabetes gestacional, sino también a mantener la musculatura tonificada y preparada de cara al parto, reduciendo la probabilidad de aparición de secuelas agudas y crónicas, como incontinencia urinaria, necesidad de practicar una episiotomía, etc.

Tratamiento de la diabetes gestacional

A veces, por muy bien que lo hagamos… la diabetes gestacional aparece sin que podamos evitarlo.

Si es tu caso, has de saber que, aunque en la población general la diabetes puede controlarse mediante antidiabéticos orales, en el embarazo estos están completamente contraindicados.

Si te diagnostican diabetes gestacional, probablemente el ginecólogo te aconseje intentar controlar tu glucemia (nivel de glucosa en sangre) mediante ejercicio y dieta, aumentando el consumo de alimentos ricos en fibra y disminuyendo el de azúcares simples. Si quieres saber más sobre la dieta para diabetes gestacional correcta y ejemplos de menús, lo encontrarás aquí.

 

Consejo

Es importante priorizar el consumo de verduras y legumbres y consumir el pan, el arroz y la pasta en su versión integral.

Si con esto no se logran niveles de azúcar dentro de valores normales, el tratamiento consistirá en inyecciones de insulina. Tranquila, la aguja es finísima, verás como el pinchazo apenas molesta.

Además, el control del embarazo de una mujer con diabetes gestacional es más exhaustivo:

  • Te derivarán a la consulta de alto riesgo
  • Te aconsejarán hacer un examen cardiológico del bebé mediante ecografía en la semana 28
  • Te adelantarán la prueba de monitores (RCTG o registro cardiotocográfico) a la semana 36-38.

Y después del parto… 

talón bebé

Para vigilar la posible afectación del bebé, se le realizarán glucemias capilares pinchándole en un lateral del talón para detectar una posible bajada de azúcar tras el nacimiento cada media hora durante sus 2 primeras horas de vida, después a las 3 horas, a las 6, 12, 24, 36 y 48 horas.

 

Truco

Para minimizar la molestias de tu peque, la medida analgésica más efectiva es ponerse el bebé al pecho durante el pinchazo.

 

Una de las posibles complicaciones de la diabetes gestacional es que te quedes con ella de manera crónica, por lo que a las 6-8 semanas postparto te harán de nuevo la sobrecarga oral de glucosa (en este caso, con 75 gramos de glucosa) y te sacarán sangre justo antes de tomártelo y a las 2 horas. Si antes de tomártelo tienes más de 100mg/dl y/o a las 2 horas entre 140 y 200mg/dl, te repetirán el control al año, si los valores son menores, a los 3 años.

Como la diabetes gestacional se relaciona también con un mayor riesgo de disfunción tiroidea, te pedirán una analítica hormonal a los 3-4 meses postparto.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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Lactancia materna: consejos y preguntas frecuentes

La lactancia materna abarca una etapa esencial durante el primer período de la vida, siendo un factor clave para el correcto desarrollo de tu bebé. Este alimento completo, aporta los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, además de generar un fuerte vínculo

Probablemente te surjan dudas en torno a este período, ¿podré darle el pecho?, ¿tendré leche suficiente?, ¿hasta cuándo debería amamantar a mi bebé? o, ¿mi leche es realmente mejor que la leche artifical?, entre otras cosas. Sigue leyendo y te cuento todo lo que deberías saber sobre la lactancia materna, incluídos algunos falsos mitos que podrás desterrar.

Leche materna ¿por qué es tan especial?

La leche materna es el mejor alimento para todos los recién nacidos.

A menudo se habla de que la leche tarda en “subir” tras el parto, pero es una terminología que puede llevar a la creencia de que, durante los primeros días de vida, el bebé no encontrará suficiente alimento en el pecho de su madre. Destierra esta preocupación, lo que tarda unos días en subir es la leche madura.

Desde el nacimiento, tus pechos tendrán la leche que tu bebé va a necesitar en sus primeras tomas, el calostro. Tiene nombre diferente porque su composición es distinta, más adecuada a las necesidades de un recién nacido: es más espesa, porque está más concentrada, tiene más proteínas y vitaminas A, E y K, minerales y, lo que es más importante, una mayor cantidad de elementos inmunológicos que la leche madura, y que no contiene ninguna leche artificial.

El calostro da paso a la leche de transición, que va variando su composición de acuerdo a las necesidades del bebé, hasta aparecer la leche madura al 4º-15º día, que es más rica en grasa y mantiene en su composición inmunoglobulinas y células vivas, indispensables para un correcto desarrollo inmunitario de tu bebé.

La composición cambiará en función de lo que requiera en cada momento tu bebé: una mamá de un prematuro fabricará leche diferente a la de una mamá de un niño nacido a término, y será distinta la leche de una mamá de un bebé sano y la de otra mamá de un bebé de la misma edad resfriado.

 

Sabías que…

La composición también varía durante la toma, siendo la leche inicial más ligera y rica en azúcares y la del final, más grasa y saciante.

Hasta cuándo deberías amamantar a tu bebé

Podemos dividir la lactancia materna en dos perídodos que van desde el nacimiento hasta los 6 meses, y desde los 6 meses hasta los 2 años.

  • 0 a 6 meses: en sus 6 primeros meses de vida el bebé únicamente ha de ingerir leche, preferiblemente materna, en exclusiva.
  • De 6 meses hasta 2 años: a partir de entonces la leche continuará siendo su alimento principal y, después, se irá introduciendo la alimentación complementaria. Puedes ampliar la información sobre esta etapa y otros aspectos de los cuidados del bebé en la Guía práctica para padres editada por la Asociación Española de Pediatría.

La lactancia materna debería mantenerse hasta, al menos, los 2 años de edad, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hemos asumido el abandono precoz de la lactancia hasta tal punto que a estas lactancias se les llama “prolongadas”, cuando en realidad deberíamos llamar “lactancia interrumpida” a toda aquella que no alcance los 2 años.

Beneficios de la lactancia materna

bebé tomando el pecho

Los beneficios de la lactancia materna están ampliamente estudiados y comprobados.

Para el bebé: Un bebé alimentado con leche materna tendrá menos infecciones respiratorias, gastrointestinales y de oído, un desarrollo motor, cognitivo e inmunológico óptimo (la leche materna es lo que la naturaleza ha previsto para que el sistema inmunológico infantil termine de desarrollarse, y hay que tener en cuenta que el estado inmunitario será determinante a la hora de afrontar numerosas enfermedades a lo largo de la vida), menos alergias, menos problemas digestivos y mejor flora intestinal, menos estreñimiento y verá reducido el riesgo de muerte súbita del lactante.

Además, disminuye el riesgo de ser celíaco, tener caries o piezas dentales mal colocadas, diabetes, cáncer de mama (en niñas que hayan sido amamantadas), enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, esclerosis múltiple y obesidad.

Para la mamá: reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, de desarrollar diabetes tipo 2, mejora la remineralización de los huesos, reduciendo la osteoporosis en el futuro, disminuye la incidencia y gravedad de la depresión postparto, facilita la recuperación postparto reduciendo el sangrado, ayuda en la pérdida de peso en el postparto y favorece el vínculo con el bebé.

Además, la prolactina (hormona que estimula la secreción de la leche a través de una acción directa sobre la glándula mamaria) hace que el sueño sea más profundo y reparador. Al contrario de lo que se suele creer, dando el pecho descansarás mejor.

¿Cómo dar el pecho?

Cuando lleves tiempo amamantando descubrirás que te manejas a la perfección casi en cualquier postura, pero cuando nunca lo has hecho, es normal que tengas dudas sobre cómo colocarte.

Es imprescindible que estés cómoda, una toma puede ser muy cortita o hacerse eterna, tu confort es indispensable.

Tu bebé deberá tener su cuerpecito alineado y bien pegadito frente a ti, sin tener que girar la cabeza. Deberá agarrar más areola bajo el labio inferior que bajo el superior.

 

Truco

Para que abra bien la boca y se agarre adecuadamente puedes rozarle la nariz con el pezón, ya verás el increíble efecto que consigues con algo tan sencillo.

 

Cuando succione no deberás oír chasquidos con su lengua, los labios los tendrá evertidos hacia afuera, con la boca bien abierta (como comiendo una gran hamburguesa, no como sorbiendo un espagueti) y verás sus mejillas redondeadas, no hundidas.

Si quieres amamantar tumbada, no tienes más que colocarte de lado y darle a tu bebé el pecho que quede más bajo, recuerda que él no debe girar la cabecita, por lo que deberás girar su cuerpo hacia ti sosteniéndole para que no ruede y quede boca arriba.

Amamantar tumbada

Si prefieres estar sentada, coloca al bebé girado hacia ti con la ayuda de un cojín de lactancia o tus brazos. Si le das el pecho izquierdo, tu bebé apoyará su cabecita sobre tu antebrazo izquierdo, con esa mano puedes sostenerle por la espalda o el culete, quedándote libre la derecha.

¡Ojo!

Algunas mujeres, con la mano libre, sostienen su pecho colocando los dedos índice y corazón, haciendo una V con ellos. Al ejercer esta presión se obstruyen los conductos lácteos, al bebé le llegará menos leche y tú puedes producirte una obstrucción. Si necesitas sujetar tu pecho, hazlo en forma de C, con el pulgar por encima y los otros 4 dedos de esa mano en la base del pecho.

Y recuerda: dar el pecho puede ser algo molesto al principio pero no debe doler. Si duele, consulta con tu matrona para que evalúe el agarre.

Tomas: ¿Cuántas y con qué frecuencia?

ojos de bebé

La lactancia es a demanda, ya sea materna o artificial. La teta no entiende de relojes, habrá niños que mamen menos tiempo y más veces a lo largo del día y otros que hagan tomas muy largas y menos frecuentes (sí, también los hay que hacen muchas tomas y bastante eternas).

Debes saber que hay algunas etapas de máximo crecimiento en las que los bebés demandan más pecho, esto ocurre para que tu producción aumente. Tranquila, es agotador, pero en pocos días todo volverá a la misma rutina, estos brotes o crisis de lactancia son absolutamente normales. Suelen ocurrir a las 3 semanas, al mes y medio, a los 3 meses, al año y a los 2 años.

¿Recuerdas que la composición de la leche cambia en una misma toma?

Hace años se aconsejaba dar 10 minutos cada teta, cada 3 horas. Hoy en día está desaconsejadísimo, ya que así el bebé pasará mucha hambre porque estará tomando solo la parte menos nutritiva de la leche. Por eso hay que dejar que el bebé se sacie y se suelte él solo del pecho… ¡que se suelte! No pienses que por quedarse dormido ya habrá terminado de comer, porque los bebés siguen mamando mientras duermen. De hecho, es una de las mejores maneras de conseguir que concilie el sueño.

Cuando se suelte, ofrécele el otro pecho, puede que no lo quiera, no es necesario que coma de ambos en la misma toma. Si no la acepta o mama muy poco, en la siguiente toma empieza ofreciéndole esa en primer lugar.

Es habitual que las embarazadas se preocupen por saber qué pecho ofrecer primero en cada toma cuando nazca su bebé, pero créeme, al inicio de la lactancia se te llenarán tanto los pechos, que saltará a la vista cuál es el pecho que más lleno tengas.

Consejos de alimentación durante la lactancia

La naturaleza es sabia y ha priorizado la adecuada composición nutricional de la leche materna, aunque la dieta que sigas no sea equilibrada.

Recuerda que el alcohol pasa a la leche materna, así que es preferible no consumirlo en esta etapa o hacerlo en pequeñas cantidades y dejando después el tiempo suficiente hasta la próxima toma, para que no le pase al bebé.

Algunas sustancias del tabaco también pasan a la leche, pero se ha visto que es más perjudicial para el bebé alimentarle con leche artificial que amamantarle, aunque la mamá fume.

Verás que tras el parto tu figura no vuelve a ser como antes del embarazo, tu tripa parecerá todavía de embarazada, probablemente en los muslos y caderas hayas acumulado grasa. Pero tranquila, tengo una buena noticia: la lactancia materna consume más energía que el embarazo.

 

Sabías que…

Aunque parezca increíble, fabricar leche gasta más que fabricar un bebé. Por eso las madres que dan el pecho recuperan mejor el peso previo que quienes no amamantan.

El desgaste calórico será elevado, no solo no debes hacer dieta mientras amamantas, sino que deberás aumentar en 500 kilocalorías diarias tu ingesta, no va a costarte hacerlo, ¡ya verás qué hambre tienes a todas horas!

Recuerda que tu alimentación debería ser saludable siempre, no solo durante la lactancia.

Superar dificultades en la lactancia

Amamantar no siempre es sencillo, a veces se produce un mal agarre por culpa de la forma de la lengua del bebé o del pezón, si es demasiado grande o plano, pero tu matrona te enseñará cómo solventarlo con posturas más adecuadas.

 

Importante

Cuando hay un mal agarre aparecen las temidas grietas. No corras a comprar unas pezoneras sin que una matrona haya valorado una toma, ten en cuenta que con un mal agarre puede que tu bebé tampoco esté sacando la leche suficiente, es importante resolverlo.

 

La mastitis es uno de los problemas más conocidos de la lactancia materna. Es una inflamación del pecho, que se muestra hinchado, duro, enrojecido y caliente. A veces, también hay malestar general y fiebre.

La causa suele ser infecciosa, si no se resuelven con una extracción adecuada y frecuente de la leche, puede ser necesario recetar antibióticos.

No abandones la lactancia por una mastitis pensando que así se solucionará, no seguir el tratamiento adecuado y detener la extracción de la leche empeora los síntomas. Es totalmente seguro seguir amamantando durante una mastitis, aun tomando antibiótico, ni la infección, ni el medicamento suponen el más mínimo riesgo para el bebé.

Una dificultad, tan frecuente como desconocida, es el fenómeno de Raynaud. 1 de cada 5 mujeres puede sentir molestia en el pezón durante la lactancia por causas circulatorias: la sangre no llega adecuadamente a la superficie del pezón y eso causa un ligero dolor (si en invierno las yemas de los dedos se te quedan blanquecinas por el frío, puede deberse a este fenómeno).

Se resuelve evitando ambientes fríos al amamantar, corrigiendo la postura, evitando el tabaco y, para los casos más intensos, con medicación compatible con la lactancia.

Puede llegar a desanimar saber que existen estas dificultades, quizás no tengas ninguna en toda tu lactancia… o sí.

Piensa que el momento de darle teta a tu bebé será muy íntimo, saber que solo te necesita a ti para crecer sin que le falte de nada es algo completamente mágico. Es cansado, en ocasiones, tremendamente agotador, pero cuando tu lactancia termine echarás mucho de menos esos momentos de complicidad en los que parecía que los dos, seguíais siendo uno.

Aunque suena muy “a madre”, los bebés crecen muy rápido y cuando te quieras dar cuenta ya no tendrás bebé, sino todo un hombrecito o una mujercita y estas molestias no serán más que una anécdota más.

Preguntas frecuentes sobre lactancia

amamantar

1. ¿Cuánta leche debe tomar mi bebé? y ¿cómo sé si come suficiente?

En las cajas de leche artificial se indican cantidades orientativas de lo que debería comer cada niño según su edad (aunque la que comen muchos bebés no se corresponde con ellas).

Esto hace que las madres que amamantan se pregunten cuánta cantidad de leche saldrá de sus pechos y si será suficiente, pero es imposible cuantificarla.

La única forma de medir la cantidad de leche materna es extrayéndola con un sacaleches, pero un sacaleches siempre sacará menos leche que un bebé porque su eficacia es menor que la succión de tu peque.

Tranquila, en las revisiones del bebé se valora cómo va creciendo, un bebé que come lo suficiente, se desarrollará adecuadamente y hará, al menos, 5 o 6 pipís al día (en verano, si suda mucho, puede eliminar menos líquido por la orina).

2. ¿Cómo saber si un medicamento, suplemento o cosmético es compatible con la lactancia?

Aunque haya quienes sigan afirmando que durante la lactancia no se puede tomar ningún medicamento más que el paracetamol, lo cierto es que la inmensa mayoría son seguros. En la web de e-lactancia, hecha por pediatras, analizan la presencia en la leche de medicamentos que haya tomado la mamá y determinan, si hubiera trazas del fármaco en la leche, si es inocuo para el bebé.

En su buscador hay medicamentos, alimentos y componentes de cosméticos y se catalogan en función de su riesgo para la lactancia. Además, en caso de que lo que busques tenga riesgo alto o moderado, te indicarán una alternativa segura.

3. ¿Cuánto tiempo y cómo puedo conservar la leche materna?

Almacenar leche materna

Para conocer todas las claves de una correcta conservación de la leche materna, te recomiendo esta completa guía.

A grandes rasgos, la leche materna extraída deberá conservarse siempre en un recipiente diseñado para ello, limpio y en buen estado, las bolsas te ahorrarán espacio.

A temperatura ambiente puede mantenerse 6-8 horas (menos, si hace mucho calor), 8 días en nevera y varios meses en el congelador; dependerá de la temperatura, si es menor de -19ºC aguanta hasta 6 meses, si es mayor, podrá conservarse 3-4 meses.

Recuerda que la leche descongelada no puede volverse a congelar y que a temperatura ambiente solo aguantará 1-2 horas y en nevera un máximo de 24 horas.

4. ¿Existe algún método para estimular la producción de leche?

La mejor manera de estimular la producción de leche es aumentando las tomas, puesto que la cantidad de leche que fabricarás dependerá de la cantidad de succión al pecho.

¿Recuerdas las crisis de lactancia? Cuando el bebé pegue un estirón necesitará comer más, por eso estarás unos días dando teta a todas horas, aumentando la succión, pasarás a producir mayor volumen de leche.

La leche contiene una proteína llamada factor inhibidor de la lactancia (FIL), que es la que envía la señal de detener la producción cuando el pecho está lleno. Cada vez que el bebé toma leche, disminuye el nivel de FIL presente en el pecho y tu cuerpo lo tomará como señal de necesidad de fabricar más.

Las tomas nocturnas son especialmente importantes, la prolactina es la hormona encargada de que fabriques leche y siempre está más elevada por la noche que por el día. Recuérdalo, puesto que, si quieres estimular la producción de leche, no deberás retirar tomas nocturnas.

En algunos casos es necesario aumentar la producción de manera especial, por ejemplo, cuando durante un tiempo se le ha estado dando al niño leche artificial y se quieren retirar los biberones para volver a la lactancia materna exclusiva. En esos casos puede ser útil estimular la producción usando el sacaleches entre tomas.

5. El bebé que toma el pecho, ¿necesita beber agua?

bebé tomando pecho desde arriba

Cuando se aconsejaba dar pecho o biberón 10 minutos cada 3 horas, además de correrse el riesgo de desnutrición por no darles tiempo a comer lo suficiente, se les exponía a la deshidratación, en especial en épocas calurosas, cuando más se suda y más sed se tiene. Entonces se comenzó a aconsejar que los bebés tomaran agua.

Sin embargo, hoy se sabe que la alimentación ha de ser a demanda.

Como en el inicio de las tomas la leche es más ligera, los bebés que tengan sed, pero no hambre, solo querrán mamar un ratito, por eso es importante ofrecer el pecho cuando el bebé llore, puede que haya comido hace 20 minutos, pero tenga un poco de sed.

Si es menor de 6 meses no se debe dar agua, puesto que su pequeño estómago se saciaría y perdería apetito, tomando menos leche de la que necesita. Si es mayor de 6 meses sí hay que ofrecerle agua, aunque al principio no le hará mucho caso.

6. Mi hijo no ha hecho “caca” en varios días, ¿está estreñido?

Un error habitual es definir el estreñimiento en función de la frecuencia con la que tu bebé haga deposiciones, cuando en realidad depende de su consistencia.

La leche materna se aprovecha casi en su totalidad, apenas genera residuo, por lo que es normal si tu bebé al principio hace una deposición tras cada toma, pero luego no hace más que una vez por semana. Eso sí, cuando la hace, su consistencia es blanda.

Si tu bebé hace deposiciones a diario una o varias veces, pero su consistencia fuera dura, sí hablaríamos de estreñimiento.

Cuando se da leche materna es realmente extraño ver bebés con estreñimiento, en esos casos habría que valorar si se están dando las tomas suficientes al día.

7. Mi hijo no para de llorar, ¿cómo sé si está sufriendo cólico del lactante?

El cólico del lactante es un poco el cajón de sastre de los llantos del bebé. Cuando llora y no sabemos por qué, solemos afirmar que sufre cólicos del lactante.

Se desconoce la causa, cómo se producen y cómo se resuelven, pero parece que poco tienen que ver con temas digestivos, sino más bien con la cantidad de contacto.

 

Sabías que…

En las sociedades donde más se portea no están descritos casos de cólico del lactante.

Todos los bebés lloran, es su mecanismo innato para llamar nuestra atención para mantenernos cerca y asegurarse los cuidados que garanticen su supervivencia.

Hay bebés que lloran más que otros y también hay papás que se alarman más que otros, por lo que en estos casos es muy importante tener a un buen profesional que os tranquilice si el llanto del bebé fuera normal o que buscara la causa real de ese llanto tan insistente: la salida de los dientes, frío, calor, algún pelo o hilo enrollado en un dedito de la mano o el pie, un pañal sucio, estreñimiento, miedo, molestias por alguna irritación en la piel, hambre…

 

Importante

Los productos alimenticios tipo infusiones anticólicos están completamente desaconsejados. No funcionan, suponen un aporte excesivo de azúcares muy poco saludables y sustituyen tomas de leche.

 

8. ¿Es necesario tomar un extra de yodo durante la lactancia?

bebé tomando pecho

Sí, la lactogénesis consume gran cantidad de yodo, por lo que se suplementa a las madres que dan el pecho con 200 microgramos al día de yodo mientras dure la lactancia (cuando las tomas ya son puntuales a lo largo del día, se puede suprimir).

Este yodo está financiado por la Seguridad Social, pero no lo están los complejos polivitamínicos, porque no tienen beneficios demostrados en esta etapa.

Por otro lado, debes saber que se te caerá mucho el pelo a los pocos meses de dar a luz. Es todo el pelo que no se te cayó durante el embarazo, esto será transitorio y es normal y fisiológico, no tiene relación con la lactancia materna ni con una carencia nutricional.

9. ¿Cómo puedo combinar lactancia y vuelta al trabajo si quiero seguir amamantando?

Será necesario que alguien acerque a tu bebé a tu puesto de trabajo, que tú te desplaces a casa (infórmate sobre el permiso de lactancia) o que utilices un sacaleches. Cuando tu bebé cumpla 6 meses, el tiempo que paséis separados podrá tomar la alimentación complementaria.

No es necesario entrenar previamente al bebé con biberones, te frustrarás al ver que no los quiere. No te preocupes, es listo y no pasará hambre cuando tú no estés, pero prefiere a mamá a una tetina sintética. Cuando realmente tenga hambre, comerá.

Incluso hay niños que prefieren no comer nada mientras su mamá está en el trabajo y pegarse el festín en cuanto vuelve, enganchándose a la teta.

10. ¿Cómo sabré cuándo tengo que destetar a mi hijo? 

Si quieres destetar, será el momento de hacerlo. La lactancia materna es cosa de dos y finalizará siempre que uno de los dos no desee continuar. Los pediatras indican una duración mínima de la lactancia, no máxima.

Recomendaciones para tener una lactancia materna exitosa

mamá y bebé

Lo más valioso para una lactancia materna exitosa es una correcta información y apoyo de los profesionales y del entorno familiar. Aunque tengas suerte y tu lactancia sea muy sencilla, es más que probable que te lleguen consejos de personas desactualizadas que te puedan hacer dudar si no tienes los conocimientos adecuados.

Cuando tu bebé esté pegando un estirón y veas que te pasas varios días dando teta, dando teta y dando más teta, tendrás que reorganizarte con alguien para que se encargue del resto de tus tareas.

Un sillón adecuado o un cojín de lactancia te van a aportar confort, el sacaleches te servirá para estimular el pecho y crear un banco de leche en casa, la ropa de lactancia te facilitará amamantar fuera de casa, los discos de lactancia evitarán que vayas siempre con la ropa mojada de leche, una cuna de colecho te facilitará las tomas nocturnas… pero todo esto ocupa un lugar secundario respecto a la información y el apoyo.

Especialmente al inicio, cuando todavía no tengas mucha soltura con la lactancia, procura no tener distracciones y amamantar en un lugar tranquilo, deja móvil y visitas a un lado. Te será de ayuda para aprender a manejarte mejor.

Grupo de apoyo a la lactancia: qué es y cómo me puede ayudar

En las webs de la IHAN o de La Liga de la Leche podrás encontrar direcciones de contacto de distintos grupos de lactancia en todo el territorio nacional.

En estas reuniones se busca generar un clima de apoyo en base a las experiencias de otras madres y la ayuda de un profesional que guíe el grupo, ofrecen confianza y conocimientos sobre lactancia materna y muchos otros temas relacionados con la crianza, por lo que no solo van mamás con alguna dificultad para amamantar, sino con cualquier inquietud relativa a sus hijos.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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¿Qué es y cuánto dura la recuperación tras el parto?

El embarazo supone muchos cambios en un breve periodo de tiempo. Es bastante habitual que te preguntes qué ocurrirá después del parto, qué procesos seguirá tu cuerpo, qué debes esperar y qué se sale de la normalidad.

Por todo ello, hoy quiero hablarte del puerperio y dar respuesta a todas estas preguntas que te estás haciendo.

¿Qué es el puerperio o cuarentena tras el parto?

El puerperio es la etapa que transcurre desde el parto hasta las 6-8 semanas tras este.

En este tiempo, las estructuras corporales retornan a su estado previo al embarazo casi por completo. A menudo, se llama a este periodo cuarentena, pero debes tener en cuenta que dura más de 40 días.

 

Consejo

¿Sabías que puedes cogerte la baja maternal antes del parto? Aún así, ten en cuenta que, para que te recuperes, es obligatorio que dejes, al menos, 6 semanas tras él hasta que finalice el puerperio.

¿Cuáles son las etapas del puerperio?

El puerperio tiene 3 etapas y esto es lo que sucede en cada una de ellas:

Puerperio inmediato

Se produce justo después del parto y dura 24 horas.

Su objetivo principal es conseguir una adecuada hemostasia uterina, es decir, detener la hemorragia tras el parto y que no sangres en exceso. Para ello, en el útero se forman unas estructuras llamadas ligaduras vivientes de Pinard, que cierran los vasos sanguíneos sangrantes.

 

Importante

En este tiempo descansa todo lo posible, es recomendable limitar un poco las visitas de familiares para que puedas centrarte en tu bebé y en tu recuperación.

Es también en este momento en el que se debe establecer un buen agarre del bebé en las tomas al pecho. Desde que nace, el pecho ya contiene calostro, con múltiples componentes vitales para su desarrollo inmunitario.

Una vez se elimina la placenta en el parto, desaparece una hormona que segrega, el lactógeno placentario. Esto da el pistoletazo de salida a la prolactina para comenzar a fabricar toda la leche que el bebé necesite cuando se termine el calostro.

También, puede sorprenderte que durante los dos primeros días tras el parto, no dejes de orinar. En el embarazo hay un aumento del volumen sanguíneo, que se filtra tras el parto en los riñones, eliminándose ese exceso de líquido por la orina.

Además, en este puerperio inmediato, si tu bebé ha nacido por cesárea, llevarás la cicatriz cubierta por un apósito estéril.

Puerperio precoz

Se produce del segundo al séptimo o décimo día.

Suceden simultáneamente varios mecanismos internos de retorno al estado previo al embarazo y se instaura definitivamente la lactancia, ¡tus pechos estarán inmensos! Si te molestan, haz tomas más frecuentes.

Si tocas tu abdomen, palparás una bola dura dentro: es el útero. A las 2 semanas tras el parto, se esconderá detrás del hueso del pubis.

El retorno uterino provoca un sangrado vaginal, conocido como loquios. Serán rojos hasta el segundo o tercer día, rosados 2 o 3 semanas y blanquecino-amarillentos después. Los loquios aparecen también tras una cesárea, aunque en menor cantidad.

Sentirás entuertos, retortijones causados por contracciones uterinas que trabajan para que el útero retorne a su estado original. Están causados por la oxitocina, que también es la responsable de la salida de la leche del pecho. Es por eso que amamantar reduce el riesgo de hemorragia postparto. Estos retortijones puedes sentirlos en mayor medida durante las tomas.

Hasta un 80% de las mujeres comenzarán en estos días con melancolía puerperal o maternity blues, que explicaré más adelante.

Puerperio_papa

A la vuelta a casa, si necesitas ayuda, que es lo más probable, pídela. No te exijas llegar a todo, porque eso no es sinónimo de éxito como madre, el éxito es que te sientas bien con tu bebé.

Si te han dado puntos, suelen caerse al final de esta etapa.

Si te hicieron cesárea, ya debes llevar la cicatriz al aire durante este tiempo. Te retirarán los puntos o grapas a los 10 días, aproximadamente.

Puerperio tardío

A partir del décimo día hasta las 6 u 8 semanas.

Es importante que, hasta que no finalice el puerperio tardío, no utilices tampones o copas menstruales, ni tampoco mantengas relaciones sexuales con penetración, para evitar una infección endometrial.

 

Sabías que…

El útero pasa, desde el embarazo hasta el final del puerperio tardío, de los 1.000 g hasta los 60 g.

¿Y qué ocurre con el peso corporal? Tras el parto se pierden 5-6 kilos de golpe (entre bebé, líquido amniótico, placenta, orina…). Aún así, la recuperación del peso previo al embarazo será enormemente variable entre mujeres.

Hay quienes se quedan con algún kilo más permanentemente y quienes, al final de esta etapa, pesan menos que antes del embarazo.

Ten en cuenta que, la lactancia materna supone un desgaste calórico diario importante: 500 kcal, ¡como media hora de spinning! Por lo que te ayudará a recuperar la figura con mayor rapidez.

Puerperio alejado

Aunque las etapas del puerperio son 3, algunos autores mencionan una cuarta etapa, el “puerperio alejado”, pero sin un final demasiado concreto, dependiente en gran medida del momento del destete.

 

Puerperio emocional

La depresión postparto se desarrolla en 1 de cada 10 mujeres, pero es muy importante saber que la melancolía puerperal se da hasta en 8 de cada 10 mamás.

En estos casos aparece:

  • Llanto sin causa aparente
  • Abatimiento
  • Pérdida de apetito
  • Dificultad para dormir o concentrarse
  • Ansiedad, tristeza y/o irritabilidad
  • Fatiga

Puede percibirse como una incapacidad para adaptarse al nuevo rol de madre pero, en realidad, está causado por un brusco cambio hormonal tras el parto. Si es tu caso, que sepas que lo que necesitas es apoyo y descanso, y ya verás cómo desaparece tal cual llegó, hacia la segunda semana.

Es importante reflexionar sobre qué expectativas de la maternidad tienes.

¡Ojo!

Unos pensamientos demasiado idealizados pueden generar falsas perspectivas: los recién nacidos lloran, no duermen toda la noche del tirón, muchísimas veces solo se calman en brazos, rechazando la cuna, los inicios de la lactancia no siempre son fáciles… Puede llegar a ser realmente agotador, pero un niño así es un niño sano.

Puerperio

Debemos desterrar esa idea de “niño bueno” que nunca llora, duerme muchas horas seguidas, se puede quedar horas despierto en su cuna… No solo es improbable tener un bebé así, sino que algunas de estas conductas podrían indicar que presente algún problema en su desarrollo.

Además, en el puerperio pueden surgir algunas otras dificultades emocionales como un trastorno de estrés postraumático, un trastorno de ansiedad generalizada o un trastorno obsesivo compulsivo. Es vital solicitar ayuda en todos los casos, puesto que, el retraso en el diagnóstico y tratamiento, agrava su evolución.

Conviene que sepas que, además de que la lactancia acarrea altos niveles de prolactina, que es un potente estabilizador emocional, existe medicación compatible con la lactancia para cualquiera de estas situaciones.

 

Riesgo y complicaciones en la cuarentena tras el parto

 Las principales complicaciones del puerperio son generales (hemorragia, formación de trombos e infección) o locales (mastitis y problemas en la cicatriz).

¿Cuándo acudir a un centro sanitario?

Si el sangrado de tus loquios es mayor que el de una regla normal, si sigue siendo rojo más allá del tercer día de postparto o si aparece un sangrado vaginal entre la segunda y tercera semana.

Si los loquios tienen mal olor o mal aspecto.

Si aparece fiebre superior a 38ºC. Es habitual que la temperatura suba ligeramente al inicio de la instauración de la lactancia, pero no deberá superar esos grados.

Si comienzas a percibir un dolor abdominal (o en la zona donde tengas los puntos) que no tuvieras antes.

Si tienes un malestar generalizado.

Si palpas la trayectoria de una vena en alguna de tus piernas o una se inflama, se calienta y te duele.

Si tienes uno o ambos pechos muy inflamados, a tensión, calientes y enrojecidos.

Si tienes una herida abierta en el pezón o similar a un raspón (grieta).

Si se te abre la herida de la cicatriz, hubieras tenido un parto vaginal o una cesárea. O si la zona de inserción de los puntos o grapas estuviera muy enrojecida y más dolorosa o presentase hematoma o supuración.

 

Asistencia después del parto

Es frecuente que, tras un embarazo (con sus numerosas consultas de control, ecografías, analíticas, el propio ingreso hospitalario para atender el parto…), puedas sentirte algo abandonada por los profesionales sanitarios una vez das a luz.

La matrona seguirá siendo el profesional de referencia en esta etapa. A los pocos días tras el parto, concertará una cita contigo para valorar el estado de tus loquios, la cicatriz (si la hubiera) y la instauración de la lactancia materna (si te has decidido por ella). Pero debes saber que puedes solicitar las citas adicionales que necesites.

Algunas madres piden una cita para desahogarse y explicar que se sienten sobrepasadas o para quejarse de que no descansan bien. Si es tu caso, hazlo también, pues estos son motivos más que justificados para pedir ayuda y apoyo.

Por supuesto, tu matrona también podrá asesorarte sobre la lactancia, las dudas sobre tu alimentación o tus cuidados en esta nueva etapa y sobre la atención que necesite tu bebé, ya que las matronas también tienen conocimientos y habilidades para atender a los recién nacidos en su primer mes de vida.

Es muy aconsejable que, ya desde el embarazo, acudas a algún grupo de crianza o de lactancia de tu centro de salud o tu localidad. Son un punto de encuentro y de apoyo fantástico para recibir consejos de otras mamás que están en tu misma situación o han logrado superar las dificultades que te preocupen en ese momento.

Si necesitas que alguien se desplace a tu domicilio, pregunta en tu centro de salud por las visitas domiciliarias de la matrona en el postparto o también puedes buscar una matrona privada.


Ejercicios postparto para la recuperación

Puerperio_yoga

La recuperación física requiere ejercicio físico. Es cierto que una madre reciente apenas tiene tiempo para sí misma porque ¡que no para en todo el día!

La primera pauta de ejercicio es precisamente esa, que te muevas. La movilización temprana repercute enormemente en la recuperación tras el parto y tras la cesárea. Facilitarás la eliminación del exceso de líquidos, de los gases intestinales, tan típicos y molestos tras una cesárea, y la prevención de trombos.

Cada vez hay más grupos de yoga o pilates adaptados al puerperio donde, además, podrás ir a clase con tu bebé junto a otras mamás.

No te fijes ningún momento concreto para retornar a tu actividad física previa al embarazo, porque habrá que valorar cada caso. La manera idónea es solicitar una valoración del estado del suelo pélvico a un fisioterapeuta especializado, pasados los 2 meses tras el parto.

Conclusiones finales

Olvida la idea de que volverás a la normalidad, porque lo que vivas en el puerperio ¡será normal!

Tu cuerpo es maravilloso, ha sido capaz de albergar y crear vida.

El puerperio es una etapa complicada, pero muy enriquecedora. Y va a sorprenderte que, por más que te gustase dormir antes de tener a tu bebé, cuando estés completamente agotada, le mirarás, sonreirá y lo sabrás: todos estos cambios han merecido la pena.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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Las 5 mejores posturas para dar a luz y 5 que deberías evitar

Cuando se va acercando el momento de dar a luz, es normal que cada vez estés más nerviosa. Y es que es un acontecimiento importante y, especialmente si es tu primera vez, puede que tengas muchas preguntas sobre cómo será y qué tendrás que hacer.

Una duda común es qué posturas son las más recomendables para el parto y si alguna de ellas puede ser perjudicial para ti y para el bebé.

Para que estés más tranquila, quiero compartir contigo unas cuantas recomendaciones para que encuentres la postura más cómoda y beneficiosa y evites aquellas que pudieran suponer algún riesgo.

¿Qué encontrarás en esta guía?

5 Posturas desaconsejadas en el parto

Si estás a punto de ponerte de parto, recuerda evitar estas posturas para que todo transcurra con mayor facilidad y menor riesgo:

Litotomía

Esta postura, llamada litotomía, está completamente desaconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pese a ser la más cómoda para el profesional que atiende el parto, dificulta la salida del bebé, le reduce el aporte de oxígeno, incrementa el dolor materno y aumenta el riesgo de desgarros en el periné.

Sentada en una pelota inadecuada

Mejor postura para el parto_pelota pilates

Sentada sobre una pelota de un tamaño inadecuado. Las pelotas de pilates, fitball o pelotas de parto demasiado grandes o demasiado pequeñas hacen que algunos espacios del interior de la pelvis queden reducidos, dificultando el paso del bebé.

La rodilla y la cadera deben quedar en ángulo recto. Si forman ángulos abiertos, la pelota será demasiado grande (ejemplo de la derecha). Por el contrario, si los ángulos son agudos, la pelota será demasiado pequeña (ejemplo de la izquierda).

Tumbarse toda la dilatación

Mejor postura para el parto_estirada

Permanecer durante toda la dilatación tumbada está completamente desaconsejado. Cuando no se usa epidural, una mujer de parto no aguanta mucho tiempo tumbada, necesita moverse. Pero cuando se usa epidural, sobre todo tras unos pródromos agotadores, puede resultar tentador permanecer acostada en la cama durante horas. Esto no ayuda en el descenso del bebé por el interior de la pelvis. Además, pasar mucho tiempo boca arriba puede comprimir la vena cava, encargada del aporte de oxígeno al feto.

Apoyarse en el sacro

Mejor postura para el parto_sacro

En la parte posterior de la pelvis se encuentra el sacro. No es un hueso fijo, tiene cierta movilidad, que se incrementa durante el parto, gracias a la hormona relaxina.

Facilita la salida del bebé, pero hay que evitar apoyar el peso corporal sobre él, puesto que así funcionaría como un hueso fijo, impidiendo ampliar el espacio interno pélvico unos milímetros.

Posturas impuestas que reducen el movimiento

En general, cualquier postura impuesta que no permita la libertad de movimientos está desaconsejada a lo largo del parto.

Pueden haber situaciones que requieran cierta limitación del libre movimiento, como el uso de una epidural que no deje sensibilidad suficiente en las piernas como para mantenerse de pie o una bradicardia fetal que requiera un cambio de postura para permitir un mayor aporte de oxígeno al feto. Pero, en condiciones normales, la postura de la mujer a lo largo de la dilatación y el expulsivo siempre será libre.

¡Ojo!

La tecnología médica está al servicio de la mujer en el parto, no viceversa.

5 Posturas aconsejadas en el parto

Entonces, ¿en qué postura debo ponerme?

A continuación compartiré contigo las más recomendables para que encuentres aquella con la que estés más cómoda y se adapte mejor a tu parto.

De pie

Mejor postura para el parto_parto de pie

Parir de pie es más rápido y conlleva menos desgarros en el periné. Además, si la mujer lleva epidural, pero es perfectamente capaz de permanecer en pie, conserva el instinto del movimiento libre que permite ir adaptando los espacios internos de la pelvis al paso del bebé.

Colgarse con los brazos de una sábana o de la pareja, abrazándola por encima de los hombros, suele descargar el peso en la parte baja de la espalda.

  En cuclillas

Parir en cuclillas conlleva las ventajas de un parto en vertical: mayor rapidez y menor lesión en el periné.

Mejor postura para el parto_cuclillas

Consejo

Siempre que la mujer no lleve epidural o, si la lleva y presenta un buen control motor, puede apoyar la espalda en su pareja, colocada detrás sosteniéndola por debajo de los brazos.

Esta postura permite a la mujer ser espectadora excepcional del nacimiento de su bebé, incluso colaborando con sus propias manos. El espacio en el interior de la pelvis para la salida del bebé es máximo en esta postura.

  Con silla de partoMejor postura para el parto_silla

Esta postura permite parir anatómicamente de manera muy similara como se pariría en cuclillas, con la ayuda de un apoyo que permite descansar el peso corporal.

Hay camas articuladas en el hospital que se adaptan para lograr esta postura,perfectamente compatible con la epidural.


 
Tumbada de lado

mejor postura para el parto_ de lado

Esta postura es la opción ideal para quienes no tengan un buen control motor de la parte inferior del cuerpo a causa de la epidural.

No es una postura tan rápida como las verticales, pero deja completa libertad al sacro.

Además, dejando el tobillo de la pierna superior más alto que la rodilla, girando la rodilla hacia dentro, se consigue una máxima apertura del espacio pélvico interior, favoreciendo el paso del bebé. El periné sufre menos que tumbada boca arriba y el sangrado en el parto es menor.

  A cuatro patas

El parto en cuadrupedia, o a cuatro patas, también es menos lesivo para el periné.

Para maximizar el espacio pélvico interior y facilitar su salida, hay que procurar separar más los tobillos que las rodillas. Habitualmente los bebés nacen mirando hacia la espalda de la mamá, en posición anterior. Unos pocos nacen mirando hacia la tripa de su madre, en posición posterior.

Esta postura facilita enormemente el nacimiento en estos casos.

Conclusiones 

Como ves, la elección de la postura para el parto puede facilitarte o dificultarte el momento de dar a luz y sus secuelas.

Es importante que hables con tu doctor/a o matrona sobre ello para que pueda asesorarte y aconsejarte sobre cuál es la mejor opción para ti.

Así, cuando llegue el gran día, sabrás cómo debes colocarte y, también, qué posturas evitar.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!