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Qué es el colecho y qué beneficios tiene para tu bebé

Una de las rutinas que más se ve más afectada con la llegada del bebé es el descanso. Las tomas nocturnas, los cólicos u otros posibles problemas como el frenillo, provocan que el pequeño se despierte llorando frecuentemente durante la noche.

Si acudir a atender sus necesidades implica que papá o mamá tengan que levantarse de la cama, probablemente se desvelen y se les torne difícil retomar el sueño con facilidad.

Resultado: irán cansados durante todo el día.

El colecho puede ser una solución eficaz pero muchos padres se preguntan si es bueno o no, si es seguro y cómo hacerlo.

En este artículo os aclararé todas las cuestiones acerca de esta práctica para que, si os decidís a hacerlo, estéis muy tranquilos.

Qué es el colecho

Antes de empezar aclaremos qué es exactamente el colecho.

Se denomina de esta manera a la situación en la que el niño comparte cama con su padres algunas o todas las noches. Es considerado colecho tanto que el bebé duerma exactamente en la misma cama que los padres como que lo haga en una cuna adosada a ésta, siendo esta segunda opción la más recomendada por seguridad.

Practicar el colecho es un recurso muy útil en varios casos:

  • Por ejemplo, durante la lactancia materna, porque facilita a la mamá dar el pecho en la noche
  • También lo es en las ocasiones en que el bebé, por algún
  • Por ejemplo, durante la lactancia materna, porque facilita a la mamá dar el pecho en la noche
  • O, cuando los padres están viendo afectado su descanso y su rendimiento diurno debido a tener que abandonar la cama con frecuencia durante la noche para atender al bebé, ya que el colecho facilita responder a sus necesidades con menor esfuerzo

Beneficios de practicar el colecho

La Asociación Española de pediatría (AEP) defiende el colecho como una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia materna, siempre y cuando sea practicado de forma segura en lactantes mayores de tres meses.Pero este no es el único beneficio que aporta la práctica del colecho, además:

Favorece el apego entre la madre y el bebé. Proporciona seguridad emocional y afecto al niño además de hacer posible el contacto en cualquier momento, algo muy necesario para él.

Reduce el llanto y el consecuente estrés del bebé.  Ofrece una rápida respuesta al llanto y a sus necesidades.

Ayuda a que el bebé duerma mejor. Sincroniza la respiración y la temperatura de la mamá y el bebé y establece patrones de descanso y despertar similares.

Mejora el descanso de los padres. Facilita la atención del pequeño sin tener que levantarse de la cama, con lo cual acorta los despertares nocturnos.

Qué hay que tener en cuenta a la hora de practicar el colecho

En la cultura asiática, y al contrario de occidente, se considera que el bebé nace naturalmente independiente y que es necesario integrarlo a la familia, razón por la cual en estos países, la práctica del colecho está ampliamente extendida tanto como interiorizadas las medidas para hacerlo de manera segura. La Asociación Española de Pediatría, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud defienden el colecho y recomiendan tener en cuenta una serie de factores para hacerlo de manera segura:

Cuándo no está recomendado el colecho

  • Lactantes menores de tres meses de edad.
  • Prematuridad y bajo peso al nacimiento.
  • Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
  • Situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato.

En qué casos no debería hacerse colecho

  • Sobre superficies blandas, colchones de agua, sofá o sillones. El colchón debe ser firme y liso.
  • Si se comparte la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas. Los animales domésticos tampoco deberían compartir la cama con el bebé.

Qué cosas deben evitarse

  • El uso de mantas o edredones pesados.
  • Que la temperatura de la habitación esté muy alta (preferentemente entre 16–18ºC).

Y, por último, pero lo más importante, aconsejan asegurarse de que el pequeño no pueda caerse de la cama o quedarse atrapado entre el colchón y la pared y que siempre debe dormir boca arribapara prevenir la muerte súbita del lactante.

¿Es peligroso el colecho?

La divergencia de posturas respecto a la seguridad del colecho radica en su estrecha vinculación con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). El SMSL no tiene aún una explicación clara, pero se cree que es la incapacidad del bebé para emerger del sueño y retomar la respiración después de un episodio de apnea.

Cuando no se respetan las recomendaciones de seguridad, aumentan los factores de riesgo y el colecho puede convertirse en desencadenante del SMSL Peligro que aumenta considerablemente en menores de 4 meses.

Sin embargo, practicado de manera segura, el colecho puede prevenir el SMSL:

  • En primer lugar, porque el contacto sincroniza los ciclos de sueño madre-bebé aumentando la fase de sueño REM en la que el cerebro está muy activo y así la madre puede estar más alerta y el bebé más sensible a sus movimientos.
  • En segundo lugar, porque favorece la lactancia materna, la cual está científicamente comprobada como factor preventivo de SMSL como indica este estudio.

Inconvenientes de practicar el colecho

Colecho cuna

A pesar de sus beneficios, el colecho también puede generar algunos inconvenientes en la vida familiar.

En lo que respecta a los padres, es posible que experimenten o sientan una pérdida de su intimidad

Para evitar esto, es recomendable contar con otra habitación donde haya un moisés o una segunda cuna para poder dejar al bebé durmiendo en los momentos en que mamá y papá quieran estar solos.

Otro problema puede ser la falta de espacio en la camalo cual se resuelve con una cuna de colecho adosada a la cama matrimonial lo cual, como ya he mencionado, es la opción más segura.

También pueden presentarse inconvenientes cuando se decida acabar con la etapa del colecho.

Puede ser que al intentar pasar al bebé a su propia habitación el pequeño muestre resistencia al cambio, por lo que se aconseja que esto se haga de manera progresiva demostrándole al bebé que sus papás seguirán estando junto a él cuando los necesite.

Más adelante os explicaré algunos consejos para dejar el colecho de manera respetuosa.

¿Hasta cuándo el bebé debe dormir con sus padres?

Colecho padres e hijo durmiendo

No existe una duración específica para el colecho.

En cuanto a cuándo debe finalizar esta etapa, cada caso es distinto y, por tanto, es una decisión familiar

El colecho llegará a su fin cuando los padres consideren que el niño está preparado y en esta decisión se valorarán factores fisiológicos, emocionales, sociales y culturales. Ha de tenerse en cuenta que el sueño es un proceso evolutivo.

No deberían influir tabúes, convenciones sociales o comentarios como que el colecho hace niños menos autónomos, ya que algunos expertos afirman que se trata de todo lo contrario, los niños que comparten cama con sus padres son más autónomos en la resolución de problemas

En algunos casos, el fin del colecho va vinculado al fin de la lactancia, como el fin de la necesidad, por parte de la madre, de tener al bebé cerca durante la noche para darle el pecho.

Por otro lado, basándose en la ansiedad que sufren los niños ante la idea de separarse de sus padres, algunos pediatras hablan de colecho hasta los 3 años y otros lo extienden hasta los 5.

No obstante, si el colecho se extiende y preocupa la situación, es tranquilizador saber que entre los 7 y los 8 años los niños empiezan a ganar independencia y llegado ese punto reclamarán su propio espacio.

Cómo dejar el colecho de forma respetuosa

Una vez tomada la decisión de abandonar el colecho, se recomienda empezar a dejarlo gradualmente, comenzando por las siestas, por ejemplo.

Es recomendable explicarle previamente al niño el cambioe implicarlo en la preparación y decoración de su propia habitación. Al principio es habitual que le cueste un poco más dormirse, por ello se aconseja:

Mantener la misma rutina que tenía hasta ahora a la hora del sueño y, si es necesario, incorporar hábitos como la lectura de un cuento o cantar una canción.

Quedarse a su lado, sentados o acostados hasta que se duerma.

Darle un juguete que le guste para que le haga compañía.

Dejarle encendida una lamparita.Respecto a dejar el colecho, es importante:

No comparar al niño con otros (cada uno evoluciona a su ritmo).

No sentir frustración si no se consigue al primer intento.

Incluso puede llegar a ser necesario posponerlo si se valora que el niño no está aún preparado, si sufre frecuentes despertares nocturnos, llora más de lo normal o tiene pesadillas.

Conclusión

Colecho padre y bebe durmiendo

El colecho tiene defensores y detractores. Como ya hemos visto, los principales organismos relacionados con la salud y la pediatría lo recomiendan recordando siempre que debe hacerse cumpliendo con las medidas de seguridad.

No obstante, el colecho debe ser una práctica libre cuya decisión para llevarlo a cabo depende única y exclusivamente de cada familia y responde, por tanto, a sus propias necesidades.

No es mejor la decisión de practicar el colecho que la de no practicarlo, ni lo contrario. Y no tiene que estar condicionada por convencionalismos sociales ni opiniones externas.

Si se decide practicar el colecho, este comportará grandes beneficios aunque, también, puede conllevar ciertos inconvenientes que tendrás que valorar.

Y, una vez se decida dejarlo, es importante no hacerlo de manera abrupta sino pensando en el bienestar emocional del pequeño y dándole el tiempo que necesite para adaptarse a este nuevo cambio, dormir solo en su propia habitación.

¡Y hasta aquí nuestra noticia de hoy, esperamos que os haya servido de ayuda!

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